Tenía tiempo de no tomar un vuelo donde me tocara alguna luminaria del espectáculo. Esta vez me tocó volar a lado de nada más y nada menos que el Vampiro Canadiense. Yo pensé que solo yo y unos amigos sabrían quien es este luchador, pero creo que muchas mas personas que las que yo pensaba saben quién es este personaje.

A mí me gusta la Lucha Libre Mexicana, vicio añadido a mi lista de “guilty pleasures” por mis amigos a los que llamaré por sus apodos, el Cua y el Tingo. Mis queridísimos Cua y Tingo me inculcaron la afición por el arte del pancracio. Nos ha tocado ver luchar a los grandes y a los no tan grandes. Mil mascaras, El Hijo del Santo, Blue Demon Jr, el Mongol Chino, entre otros.

No me pude aguantas y cuando vi al Vampiro le pedí una selfie y la compartí en mis redes sociales con la pregunta: “¿Quién es el de la foto?”, pensando que pocos adivinarían. Pues para mi sorpresa mucha gente supo quien era, como se llamaba y que hacia antes. Algunos me dieron mas información, otros menos pero un número considerable de personas me respondió con el nombre del personaje. Lo que más me sorprendió fue que personas fifis y no tan fifis supieron quien era Ian Richard Hodgkinson, mejor conocido como el Vampiro Canadiense.

El perfil del Vampiro es óptimo para estas elecciones. Es conocido por todas las clases sociales. No tiene afiliación política. Conoce México pues ha vivido más acá que en su país. Es músico y tiene un podcast que muchas personas ven. Como personalidad del deporte, trabaja con programas sociales asistiendo a las personas que no tienen tanto para que puedan practicarlo. Con eso de labor social, ha hecho más que muchos de los que se están lanzando por un puesto.

En las posiciones de puestos de elección popular debería de haber un “indice” Vampiro o si lo quieren hacer más profesional, un indice Hodgkinson, donde el candidato debería de ser al menos tan conocido como el Vampiro Canadiense y hacer al menos un poco de labor social como lo hace el canadiense.

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¿Cuántos de nuestros funcionarios llegaron a su puesto sin hacer nada? Al menos deberían de tomar algo de lo que hacíamos en las campañas para la Federación de Estudiantes donde uno de los puntos para poder ser candidato como plantilla era hacer un acto, una obra o algo de labor social. Si alguna de las plantillas ganaba por votos pero no hacia labor social no podía tomar protesta y la posición se le daba a la plantilla que si cumplía con este requisito.

Con este tipo de candados, los candidatos al menos plantarían un árbol, ayudarían a viejitos o cuidarían perritos. No es para todos los puestos pero imagine que se esto lo tuvieran que hacer los 500 y tantos diputados, tendríamos al menos 500 actos de laboral social en el país. En eso debería de pensar el INE y no en puras prohibiciones.

Candidatos conocidos como el Vampiro Canadiense y haciendo labor social, eso si cambiaría un poco la cara de las elecciones.