Acaba de pasar la Nochebuena, el día que cenamos con nuestros seres queridos y esperamos la llegada de la Navidad. Son días en que el tráfico aéreo -a nivel global- se suele desbordar.
Millones de pasajeros se trasladan de un punto a otro, precisamente para pasar en familia las navidades, o simplemente porque hacer un viaje de placer en los últimos días del año, permite tener una experiencia distinta al celebrar las fiestas decembrinas.
Sin importar los motivos de los pasajeros para viajar, la realidad es que en estos días es cuando los aeropuertos están más llenos de usuarios del transporte aéreo que esperan tomar un avión que los lleve a su destino, pero ¿qué pasa cuando eso no sucede? O peor aún, cuando en pleno 24 de diciembre la opción de viajar en avión no es posible.
Eso pasó hace unos días; resulta que la aerolínea más grande y poderosa del mundo les ha dado a sus clientes el peor regalo navideño, al bajar a todos sus aviones por un fallo.
En la mañana del 24 de diciembre, American Airlines tuvo que dejar a todos sus aviones en tierra, debido a que la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos de Norteamérica (FAA por sus siglas en inglés), emitió una orden de suspensión de vuelos a nivel nacional.
Imaginen ustedes el caos y la destrucción que este anuncio tuvo con los pasajeros que esperaban en los aeropuertos para tomar sus vuelos. Son precisamente este tipo de eventos, los que desatan la furia de muchos usuarios, y a veces personas que uno considera estables y tranquilas, por un evento de esta magnitud pueden tornarse en el clásico pasajero disruptivo.
Como les venía diciendo, durante la mañana la aerolínea más grande de mundo paró operaciones a nivel nacional, la portavoz de la línea aérea, Sarah Jantz, en entrevista con el medio CNN dijo:
“El problema tecnológico viene del proveedor que causó los problemas y que ha sido resuelto y los vuelos se han reanudado. Todo el personal está trabajando arduamente para llevar a los clientes a donde necesitan ir lo más rápido posible”.
El “problema técnico” -como ellos se refieren a la falla de un software-, no es algo que deba echarse en saco roto. Al final tuvieron que cancelar poco más de 26 vuelos a nivel nacional y demorar más de mil, dentro de una programación para operar el día 25 tan solo en territorio norteamericano, más de 3,300 vuelos nacionales. A eso hay que sumarle las nevadas y las congestiones que actualmente hay en aeropuertos del área del noreste.
¿De qué fue la falla?, pues el sistema que utilizan en American Airlines, un software que permite realizar los cálculos de “peso y balance” de las aeronaves dejó de funcionar, y sabemos que sin esos datos, el avión es un “no go”, en buen español, ni “yendo a bailar a Chalma” pones el avión en el aire.
¿Adivinen dónde se pueden encontrar las quejas sobre este evento en particular?, ¡es correcto, adivinaron! en Twitter ahora X, miles de pasajeros han dejado de manifiesto su descontento ante esta falla, que acarrea cancelaciones y demoras en los vuelos el día de la víspera de Navidad.
Esto acaba de suceder con la aerolínea más grande del mundo, y en el país que se supone es el más poderoso, ¿la razón? Porque la seguridad es lo primordial, y en la aviación es el transporte de pasajeros más seguro del mundo.
Eso sí, la falla después de un par de horas fue solucionada y se pudo reanudar la operación de la línea aérea, eso sí, con los estragos que conlleva cancelar y/o demorar vuelos.
Espero que hayan tenido una deliciosa cena de Nochebuena, en compañía de sus seres queridos, y que estén pasen una feliz Navidad. Son mis mejores deseos para todos ustedes, mis estimados lectores.