Mientras en la zona turística de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río la gente se desvivía en el bailongo del pésimo, carísimo y extemporáneo Carnaval, siete miembros de una familia fueron ejecutados al interior de su vivienda en la calle Úrsulo Galván, esquina J.D. Covarrubias, de la colonia Ejido Primero de Mayo Sur de Boca del Rio.
Los hechos conmocionaron al país e incluso medios internacionales consignaron los hechos, pues los siete ejecutados, entre ellos un menor de edad, dan muestra de la descomposición social y el valemadrismo de las autoridades, que preferían seguir carnavalendo que atender el penoso multihomicidio.
En Veracruz las cosas van de mal en peor
Y es que si usted querido lector ha seguido puntualmente las noticias, sabrá que en Veracruz las cosas van de mal en peor.
No hace ni dos meses nos horrorizamos por la explosión de una vivienda también en Boca del Río , dejando en ruinas la casa habitación en que ocurrió y varias cuadras a la redonda lucían como si hubiera ocurrido un bombardeo.
A la fecha seguimos esperando una respuesta coherente por parte de las autoridades y nada. Tampoco de los terribles sucesos ocurridos la noche de ayer han dicho ni pío.
Lo único que sabemos del actual alcalde panista, Juan Manuel Unanue, es que le encantan los desfiles del Carnaval y se pasea vestido de jarocho al lado de sus compinches y amigos: Patricia Lobeira y su marido, Miguel Ángel Yunes.
El único que tocó el tema, de forma obligada y a medias, fue el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien evadiendo muchas preguntas de los reporteros y “cantinfleando”, como es su estilo, dijo que había “tres líneas de investigación” para después asegurar que podrían reducirse a dos.
Lo cierto es que en este caso, como el de la explosión, se trata de familias de comerciantes y los crímenes y atentados pueden estar vinculados a los grupos criminales que siguen dominando la zona sin que nadie ponga un alto.
En el caso de la policía municipal de Boca del Río, cuyo responsable de su buen desempeño debe ser el alcalde Unanue, los pocos elementos estaban cuidando a los paseantes y los reyes del Carnaval, quienes estuvieron custodiados en todo momento por los uniformados, tanto del municipio boqueño como de los del puerto jarocho.
Una pena que la inexperiencia e ineptitud de quienes nos dicen gobernar siga siendo la causa de que nuestra zona conurbada Veracruz - Boca del Río sea tierra de nadie, donde asomar las narices apenas se meta el sol causa pánico e incluso no se pueda dormir en paz, pues no sabemos si algún comando armado llega a matarnos mientras los indolentes se placean por las calles al ritmo del Carnaval.
Por cierto...
Además de la ineptitud de las autoridades para proteger a los habitantes de Veracruz de la delincuencia, la nota a nivel mundial la dimos por el pésimo Carnaval que tuvimos y que se fanfarroneó desde el comienzo de este año que sería la última maravilla de la creación.
Presenciamos carros viejos, mala organización, gradas a precios elevadísimos y mujeres con senos al aire en una fiesta que lejos de ser familiar, parecía una película porno de muy baja calidad.
De un lado la banalidad y los excesos, del otro la masacre de seres humanos.
Y encima se enojan cuando se les dice que todo lo hacen mal…