Conocí a un viajero de un país antiguo que dijo: Dos patas de piedra inmensas y sin tronco yacen de pie en el desierto. Junto a ellas, en la arena, medio enterrado, un rostro quebrado, cuyo ceño fruncido, y labio arrugado, y la mueca de gélido poder, muestran que el escultor supo leer bien esas pasiones que aún sobreviven, estampados en aquellos restos sin vida, la mano que los humillaba y el corazón que los alimentaba.
Y en el pedestal aparecían estas palabras: “Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes; ¡mirad mis obras, oh poderosos, y desesperad!”
No queda nada más. Alrededor de la decadencia, de aquel colosal naufragio, infinito y desnudo, las arenas solitarias se extienden a lo lejos.
Percy Shelley, ‘Ozymandias’
A. de C. y D. de C.
Una nueva locura. Una muestra más de que, para él, todo se divide en “Antes de AMLO” y “Después de AMLO”. No es la primera vez que alguien, pensando que todo inicia con “ellos”, pretende este “antes y después”. Ejemplos lunáticos sobran y, como ellos, el macuspano tropical piensa que todo comienza con su arribo a la presidencia.
Como los revolucionarios franceses de 1789 (18 brumario), los rusos (zaristas y siglos después los revolucionarios), así como otros grupos, es que todos buscaban tirar y deshacer lo que antes existía y pretendían re inaugurar todo con su tiranía. El único que aparentemente no lo buscó — y muchos imitan— es quien partió el calendario, el occidental al menos. Pero esa es otra historia…
En el caso del morador de Palacio Nacional (sí —para los que no saben de historia—, domicilio del primer emperador de México, Agustín de Iturbide, y antes de todos los virreyes del virreinato de la Nueva España), empezó con la desaparición del NAICM de Texcoco. La época D.A. inició el 1º de julio de 2018.
A partir de ahí todos los hitos del “después de AMLO” se basan en la destrucción del pasado, así sean ruinas mayas en la selva o la posible pérdida de fósiles con la construcción de Santa Lucía.
La hecatombe de las instituciones como el INEE (Instituto Nacional de Evaluación a la Educación) devaluado en el “Organismo Coordinador del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Evaluación” que solo ha servido para… nada.
El desmantelamiento de los Organismos Constitucionalmente Autónomos (OCAs) ha sido una constante. Desde el nombramiento de consejeros fanáticos al régimen (a pesar de que no tienen ni siquiera el 10% de conocimiento), el golpeteo incesante y burdo en las mañaneras y las reformas legislativas que buscan vulnerar la autonomía del INE o del Banco de México, ya no se diga la división de poderes. Una que cuenta, ni más ni menos, con la ayuda de un súbdito abyecto llamado Arturo Zaldívar.
El creer que los libros de texto gratuitos serán la panacea con dejos de ideología cuatroteísta y AMLO como protagonista de la historia, para solo convertirse en el pitorreo de los mundos editoriales y académicos.
Antónimos que se vuelven sinónimos
Rebautizar conceptos es una maña de la 4T, máxime cuando el plagio lo disfraza como “pensar diferente” (Apple, atención). No solo es de risa loca, es un robo intelectual y es confundir un opuesto con un “lo mismo”.
El absurdo raya en el paroxismo. Ahora, en el inicio de la nada, AMLO propone otorgar el premio de la dignidad al dictador cubano, mientras el mismo Pablo Milanés, cantautor cubano de trova y libertad (aplaudidor del régimen de aquella isla hasta 1992) señala como “irresponsable y absurdo” la represión del presidente de Cuba contra quienes se manifestaron el pasado 11 de julio.
Bolívar bis
Continuando la manipulación histórica realizada por la dictadura venezolana sobre el libertador de América Simón Bolívar, Andrés Manuel apenas dio un discurso ante 32 representantes de América Latina, hablando de la necesidad de unir el continente.
Si bien Bolívar pensó en un principio en la conformación de la Gran Colombia (no todo el continente) y señaló que la Constitución del nuevo país (en ese momento) no debía de ser una copia calca de la de Estados Unidos, también es cierto que entre sus posesiones más queridas era un rizo del pelo de George Washington y siempre admiró la conformación de los Estados Unidos.
Es una tristeza que la historia del Libertador no sea conocida más que en su versión más dictatorial.
Insistir en el aniversario de Bolívar para sacar a cuento que los traumas de una historia desfasada, solo muestra la intención de López Obrador de reescribir, a su palatino entender, lo que sirve y no.
Lacayo, ¿quién de cuál?
En su perorata dijo que se debía desaparecer la OEA porque es un “organismo lacayo” y establecer uno verdaderamente autónomo, algo que se parezca a la Unión Europea. Las preguntas se multiplican: ¿sabrá, acaso, que la creación de una unión como la UE significa ceder ciertas características de la soberanía nacional a una supra nacional? Vamos, si el gobierno cuatroteísta ni siquiera puede acatar lo que dice el TMEC, ya parece que aceptará producir más o menos de cualquier producto y seguir los lineamientos de la producción de petróleo, gas, verduras o lo que a usted se le ocurra que dicte la nueva Unión de los Estados de Latinoamérica...
Pero si de destruir instituciones se trata, valdría la pena recordar primero que lacayo, lo que se dice lacayo, fue del presidente de Estados Unidos, Donald Trump al poner como muro fronterizo a miles de miembros de la Guardia Nacional. Canonjía monumental de la 4T. Bastó ver las maromas que se tuvo que aventar el diario La Jornada para justificarla.
La dignidad del pueblo oprimido
En su cháchara, nuestro gobernante no pudo evitar hablar de Cuba. Soltó a bocajarro: “Debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad.”
Otra vez, ¡qué poco conoce la historia! Los numantinos prefirieron suicidarse ante el ataque inmisericorde romano, mientras que, en el caso de Cuba, sus habitantes huyen a Miami. Me disculparán ustedes, pero no creo que se trate de la nueva forma de suicidio colectivo. Además, la revuelta del 11 de julio pasado no indica que los cubanos estén contentos con su actual gobierno.
Ofrecer una presea “a la dignidad” a la dictadura que lleva en el poder más de 60 años, que persigue, encarcela opositores y desconecta internet para que los protestantes no se puedan comunicar, es una burla, además de demostrar el verdadero talante dictatorial de la Cuarta Transformación.
América para… los tiranos
Mientras la doctrina Monroe propone “América para los americanos” (atendiendo que los europeos no deberían entrometerse en todo el continente y, por ende, EEUU sí), ahora en una modificación igual de ridícula a la frase de James Monroe, con el agravante de 198 años de retraso, se reúnen los ministros y representantes de las naciones latinoamericanas para escuchar —pero sobre todo tolerar— que los gobiernos de Nicaragua encarcela opositores. Que Cuba realiza juicios exprés contra quienes marcharon hace un par de semanas. Que en Guatemala se destituye al fiscal anticorrupción. Etcétera.
Se busca una América para los tiranos, donde las libertades y los derechos humanos no alcancen a la mayoría de su población.
Sin duda, esta propuesta nace en la etapa D. de AMLO. Ojalá esta iniciativa, como todo lo que toca el actual régimen, sea tan efímera como el tiempo en que tardó en proponerla.