Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Sor Juana Inés de la Cruz
Ante todo, la incongruencia del presidente de México.
A científicos, académicos y ex funcionarios ligados al CONACYT, abiertamente acosados por el fiscal Alejandro Gertz Manero, AMLO les receta: “el que nada debe, nada teme”; a los que los inculpan 12 millones de archivos cargados de pruebas, los defiende diciendo que “los otros robaron más”.
Porque esa fue en resumidas cuentas la defensa que hizo AMLO de su gente, de su equipo, de sus colaboradores ante el pueblo de México. Recordar que Raúl Salinas de Gortari, hermano del innombrable, había sacado del país 100 millones de dólares a través de un esquema parecido a los que ahora se exhiben en los Pandora Papers…
Y es que la mejor defensa es el ataque, y así lo entiende López Obrador, quien no esperó que se cumplieran ni 24 horas de que se diera a conocer la mencionada investigación periodística para salir con la petenera de que en el pasado habían robado más. Muy poco para quien prometió ser diferente…
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Ante la falta de argumentos —pero sobre todo de pretextos— para explicar lo injustificable, recurrió a su villano favorito. Sí, porque los culpables son otros, nunca él ni la Cuarta Transformación.
En eso basa la defensa que hace del secretario de Comunicaciones y Transportes. Alguien que, además de sacar del país el dinero sin pagar impuestos, ahora resulta es víctima pues le robaron por depositarlo en un fondo del cual nunca vio beneficios. Pareciera ser que, usando la sabiduría popular que tanto agrada a AMLO, se vale decir: ¡Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón!
Pero que le robaran o no el dinero a Arganis y que no se tratara de tantísimo dinero (dicho por el tabasqueño), no quita que lo sacó del país para evadir impuestos, algo que el ejecutivo federal ha criticado hasta el cansancio. La única diferencia es que como el secretario es miembro de la 4T, basta la palabra del macuspano para que deje de ser un delito a perseguir…
Y sí, por supuesto, hay muchos mexicanos en la lista de los Pandora Papers, pero por donde debería empezar el ejemplo es en el grupo presidencial. ¿O ya tan pronto —y convenientemente— olvidamos que las escaleras se barren de arriba hacia abajo?
¿Quién robo más?
Pero más allá del “quien robó más”, el mandatario olvida que él prometió que serían diferentes; que ellos no robaban, ni mentían, ni evadían impuestos y que la corrupción era cosa del pasado. Su mantra del 90% honestidad / 10% capacidad vuelve a mostrarse como una de tantas diatribas pegajosas pero que nunca se tuvo la intención de cumplir.
Uno esperaría que la cabeza del Estado mexicano pidiera que, mientras se comprueban los hechos, quedaran fuera del gobierno tanto Arganis como Manuel Bartlett (y que de paso el presidente AMLO le indicara a su bancada en el Senado, como hace para todo lo demás, desaforar y remover temporalmente al legislador Armando Guadiana). Pero no, pidió que se dejara en paz al titular de la CFE porque su “pareja” de más de 20 años es empresaria, mientras que a Guadiana ni lo mencionó y de Julio Scherer, ex consejero jurídico de Presidencia, dijo que desconocía el asunto.
Hoy queda refrendada la mentira de este régimen; son peor que los de antes pues se disfrazan de impolutos
La 4T ha fallado. Fortunas no declaradas, inmuebles a nombre de hijos, parejas, fideicomisos y empresas de papel. Una punta de fariseos y acomplejados que fustigan para que otros sean investigados, mientras ellos tuercen, violentan e incumplen la ley.
Eso sí, nos quieren vender la chorrada de que antes robaron más; igualito que el alcalde aquel de San Blas, Nayarit, quien dijo hace tiempo: “yo sí robé, pero robé poquito”. Layín como guía ético de la 4T.
AMLO olvida la máxima de “dime con quien andas y te diré quien eres”.
Sépanlo: la 4T no solo roba poquito, roba a manos llenas. Ha despojado y desvalijado a los mexicanos de la oportunidad a acceder a los servicios de salud, a una educación de calidad, a trabajos formales y competitivos.
Al paso que van, hasta la esperanza que millones de personas depositaron en ellos se las terminarán robando.
Verónica Malo Guzmán I Twitter: @maloguzmanvero