“Para hacer la paz se necesitan dos; pero para hacer la guerra basta con uno sólo.”
ARTHUR NEVILLE CHAMBERLAIN
¿Por qué se despidió a Irma Eréndira?
¿Por sus nulos resultados a la cabeza de la dependencia o por haber torpedeado la candidatura de Félix Salgado Macedonio para la gubernatura de Guerrero?
Todo supone que se debió a lo segundo, ya que lo primero no es motivo suficiente para que el presidente AMLO remueva a alguien que labore en su gabinete. Y es que el lopezobradorismo siempre ha premiado la actuación de las instancias federales en función, no de sus resultados en materia de política pública, sino del cumplimiento que se haga de los caprichos del líder.
Pero cual sea la respuesta a la interrogante antes planteada, el resultado es el mismo: el nulo interés de esta administración en actuar como un gobierno para todos. Y mismo en el selecto grupo hay niveles.
Así, no bastó para su estadía en la administración pública, la defensa acrobática que hizo Irma Eréndira de diversos otros miembros cuatroteros. El “no se encontró evidencia de que Bartlett y su pareja Julia Abdala mantengan una relación de matrimonio o concubinato, no reúnen el requisito de vivir juntos en el mismo inmueble por más de dos años…”.Tuvo razón: con 23 casas solo requieren repetir aposentos cada tres semanas…
O que la ex secretaria haya permitido que el 80% de las adjudicaciones en contratos del gobierno federal se realizaran por asignación directa o invitación restringida. En más de dos años, Irma Eréndira no presentó ni una sola extrañeza al respecto.
O, bien, que ante las demandas por negligencia en contra del Dr. Hugo López-Gatell, el silencio de la SFP hay sido absoluto.
También hacer oídos sordos ante las acusaciones que se hicieron contra León Manuel Bartlett (contar con información privilegiada, tener conflictos de interés y traficar con influencias) en la venta que hizo al gobierno de ventiladores respiratorios con un precio muy superior al del mercado. Se evitó la operación, pero —sabemos ahora— solo de forma temporal.
En el caso de Ana Guevara, titular de la CONADE, no importando el número de pruebas interpuestas en su contra, Irma Eréndira logró una mejor “carrera con obstáculos” al llegar a la conclusión de que no había nada que auditar.
Pero tal vez su mejor acrobacia, fue cuando se demostró la cantidad de propiedades que tienen ella y su esposo, el académico John Ackerman. Basta decir que ella misma, como cabeza de la Función Pública, no permitió se realizara ningún tipo de investigación. La Auditoría Superior de la Federación sí detectó irregularidades en la SFP a cargo de Irma Eréndira , pero tampoco fueron las diversas deficiencias señaladas las que la llevaron a la remoción de la secretaria.
No, cambiar a Irma Eréndira Sandoval no se debe a su pésimo desempeño como “zarina anticorrupción”; radicó en el hecho de que osó actuar en detrimento de la primigenia voluntad de López Obrador. Así la lógica en la cuarta transformación. También dentro de ella hay niveles.