Andas por esos mundos como yo; no me digas
Que no existes, existes, nos hemos de encontrar...
Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
Quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... Cuando ocurra, si ocurre,
¿Sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?
Alfonsina Storni
Las elecciones han terminado y con ello (como ya dije en otra contribución aquí en SDPNoticias ) han iniciado las carreras, los desmarques y los nuevos juegos. La meta se vislumbra para el 2024.
Los dos punteros en la conservadora izquierda que gobierna en estos momentos —no sé más adelante—, tanto Marcelo Ebrard como Claudia Sheinbaum están muertos. Eso, naturalmente, no lo aceptan ellos ni sus allegados; después de todo, siguen siendo punteros en cualquier encuesta entre la ciudadanía. Mas no sabemos si el apoyo con el que cuentan sería suficiente para hacerse de la candidatura de Morena a la presidencia en el 2024.
Marcelo ha procurado ser indispensable. Recientemente con la adquisición de las vacunas anticovid, más tarde con su desafortunada epístola para contestarle a The Economist, ahora con la visita a México de la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris. Pero no es tan fácil hacer a un lado del psique social el hecho de que durante su gestión al frente del gobierno capitalino se construyó la Línea 12 del Metro.
Por su parte Claudia Sheinbaum recién perdió la Ciudad de México (en los comicios) a manos de la la alianza opositora. Muchos analistas consideran que en realidad los capitalinos no tomaron en cuenta tanto su liderazgo, sino que castigaron la actuación del fundador de Regeneración Nacional.
Así que mientras ambos tratan de retornar de la zona de los muertos vivientes, otros miembros de Morena están tratando de demostrar que ellos son dignos representantes de la 4T y, por ende, posibles candidatos para competir en el 24.
¿Quién se vislumbra?
Algunos nombres: Ricardo Monreal, Yeidckol Polevnsky, Mario Delgado (no importa que perdiera tantas posiciones, seguro creerá que puede participar), el mismo Arturo Herrera (total, él que dice que no estamos más endeudados como país...), Tatiana Clouthier, Alfonso Durazo y seguramente algún incipiente gobernador de los recientemente elegidos.
Lo cierto, sin embargo, es que entre los suspirantes de la “izquierda” y los posibles candidatos de la oposición hoy no se logra hacer un solo individuo viable y que encuentre la manera de encender voluntades.
Hablando con sinceridad: ¿quién votaría por ellos? Ni siquiera sus mismos correligionarios; algunos por ser demasiado blandengues, otros debido a que son duros y radicales. En otros casos porque ha quedado demostrado su voraz apetito por los recursos ajenos. Algunos más porque la edad ya se presenta como un inconveniente.
¿Quién de ellos ha hecho algo lo suficientemente memorable para acercarse a López Obrador y decirle que puede ser una opción?, ¿Quién de ellos ha hecho alguna acción por la cual la ciudadanía ya les recuerde positivamente? Triste, pero todos estos no han cumplido ni siquiera con las obligaciones encomendadas para su puesto.
Podrán aspirar a ser el elegido por López Obrador y después por una buena parte de la ciudadanía, pero en realidad no hay actualmente personalidades con suficiente fuerza para competir para la grande.
Triste ironía,: hoy, que la oposición ha mostrado ser endeble frente al lopezobradorismo, en la 4T no se vislumbra un solo posible suspirante que pueda competir con fuerza en el 2024.
Se requieren jugadores capaces en un juego que comienza otra vez. Pronto observaremos cómo se desenvuelven unos y otros; y en una de esas, por falta de quienes puedan competir, los muertos políticos puedan volver a resurgir.