Es el sueño de mucha gente, pero ¿por qué no sucede así? Los elevados precios en los boletos no son exclusivos de nuestro país, depende mucho del tipo de aerolínea que se escoja, si es tradicional, regional, alimentadora, de bajo costo o híbrida; los precios van a variar así como el servicio que ofrecen cada una de ellas.
De hecho, nadie se salva del periplo que es sacar un boleto de avión. Antes de la era digital, lo que uno solía hacer era, o ir directamente a la línea aérea y ahí adquirir el boleto, o buscar una agencia de viajes y dejar que ellos consiguieran el boleto de avión. Uno no se tenía que preocupar más que por pagar, pero sin duda los tiempos han cambiado, y gracias a la digitalización las opciones para adquirir un boleto de avión son muy grandes, aunque ahora hay que luchar con los algoritmos.
Dependiendo de la hora, del portal e incluso de la IP de tu computadora, tablet o teléfono celular, son los resultados que arrojarán las páginas que venden boletos de avión. Últimamente el tema del alto costo de los boletos ha sido muy socorrido por el presidente de nuestro país, quien en su conferencia mañanera no se ha cansado de señalar “lo caro” que es comprar un boleto de avión.
En otra columna publicada en este mismo espacio me referí al tema de las tarifas, y expliqué que todas las aerolíneas del mundo pueden manejar para un mismo vuelo, entre 28 y 77 tarifas diferentes, en caso de ser necesario, y que esas cifras son de líneas aéreas como Southwest y American Airlines, por mencionar algunas.
Así que es un error pensar que las líneas aéreas nacionales manejan una sola tarifa, porque no funciona así el mundo de la aviación. Es igualmente erróneo hacer creer que si entra el cabotaje a nuestra nación, de forma mágica e inmediata bajarán los precios de los boletos. Eso es un espejismo.
Todo esto viene a colación porque la Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO) ha sacado un comunicado al respecto, señalando: “El cabotaje incrementará el precio de los boletos de avión, podría quebrar empresas, desconectar ciudades, generar desempleo y afecta la recaudación de impuestos”
Y me parece interesante destacar varios puntos de su escrito. Primero, es muy cierto que, en la gran mayoría de los países del mundo, el cabotaje no está permitido, y quienes lo permiten es por su ubicación geográfica, que no está privilegiada como México, que cuenta con salida a dos océanos; que al norte comparte una gran frontera con los Estados Unidos; y que al sur tiene frontera con dos países: Guatemala y Belice.
Otro punto del escrito que me llama mucho la atención, que también he desarrollado en este espacio, es cómo está concentrada la aviación; tenemos en total -en todo el territorio- 78 aeropuertos de los cuales en solo siete aeropuertos se concentra el 80% de las operaciones aeronáuticas.
¿Cuáles son esos aeropuertos? De acuerdo a su nivel de ocupación, la lista la encabeza el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), seguido por los Aeropuertos de Cancún, Guadalajara, Los Cabos, Monterrey, Puerto Vallarta y Tijuana.
¿Les asombra? Pues debo decirles, para ejemplificar cómo hemos perdido conectividad en la industria aeronáutica, que hace poco más de una década, cuando todavía volaba Mexicana de Aviación, otros aeropuertos que eran muy importantes, y que ahora no figuran eran: Tampico, Minatitlán-Coatzacoalcos, Oaxaca, Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo, Zacatecas, Ciudad del Carmen, Tapachula, Villahermosa, Mexicali y Hermosillo.
Me consta porque en Mexicana de Aviación teníamos muchas frecuencias en esos vuelos. Actualmente Volaris tiene bases fuera de la CDMX, en Guadalajara y Tijuana, y VivaAerobus tiene su base en Monterrey; a pesar de ello, la concentración de la mayoría de las operaciones está en los 7 aeropuertos mencionados. Es un hecho, en caso de abrirse el cabotaje, esos 7 aeropuertos seguirían siendo el único interés de las aerolíneas extranjeras.
Las aerolíneas nacionales no pueden competir con las extranjeras. Apenas llegamos a 350 aviones -y habrá que restar los que tenía Aeromar-, en cambio aerolíneas norteamericanas, como la bajo costera Southwest, tiene poco más de 700 aeronaves, y ya ni hagamos cuentas de las aerolíneas troncales, como American Airlines, Delta, United, pues cada una de ellas cuenta con más de mil equipos.
Realmente dudo que estos tiburones estén interesados en ir a Aguascalientes, Durango o San Luis Potosí; ya tenemos aeropuertos que son terminales fantasma como Tamuín, Piedras Negras, Palenque, Tehuacán, Cuernavaca, Tuxtla Gutiérrez, Poza Rica, Minatitlán, Lázaro Cárdenas, Guaymas, Puerto Escondido, Ciudad Victoria, Ixtepec.
Al contrario de lo que se piensa, en lugar de que la competencia abarate los boletos de avión, se van a encarecer aún más, y cada vez será más caro volar, porque estaremos sujetos a los designios e intereses de las aerolíneas extranjeras.
La CANAERO destaca en su carta que durante el 2022 se cubrieron, a nivel nacional, 220 rutas domésticas, y que lo que falta no es conectividad sino visión para impulsar el crecimiento de la aviación nacional.
Conocemos la importancia que tiene el turismo para México, y debemos tener claro que el 93% de los ingresos que se obtienen en ese rubro, son de turistas que llegaron por avión; pero ¡ojo!, el 70% de ellos lo hicieron por aerolíneas extranjeras, y es que seguimos degradados a Categoría 2, y la aviación nacional no puede abrir nuevas rutas hacia y desde los Estados Unidos.
En total son 12 puntos los que abarca la carta de la CANAERO, de la cual yo sólo he destacado algunos de ellos. Es pregunta y muy seria ¿debemos hacer que la industria de la aviación gire únicamente en torno al costo de los boletos?
Quiero saber, para los usuarios ¿esa es la única preocupación y exigencia?, que se tengan boletos baratos para viajar, ¿o hay algún otro tema que sea de su interés?
Porque si vamos a legislar con la única finalidad de que viajar en avión sea barato, ya empezamos mal, porque se están dejando de contemplar una serie de cuestiones que darían viabilidad a tal objetivo, como por ejemplo implementar subsidios al combustible, o al pago de servicios aeroportuarios, que permitan a las aerolíneas nacionales ofrecer tarifas aún más bajas.
Pero soy realista, ayer Volaris cumplió 17 años, y anda festejando por todo lo alto; hasta contrataron a Los Ángeles Azules… desde Iztapalapa para el mundo… para hacer publicidad con la canción “17 años”. El Director de la aerolínea, Enrique Beltranena, muy orondo publicó en sus redes sociales:
“#Volaris cumple 17 años y, aparte de ser la aerolínea que más pasajeros transporta en MX, históricamente hemos bajado el precio de las tarifas base (desde 2006, en promedio 6 dólares). Agradezco a toda mi Familia Volaris y a nuestros clientes por llevarnos cada vez más alto”
Enrique Beltranena
Mmmmm… sí, pero hay un pequeño detalle que Beltranena pasa por alto, y curiosamente no menciona: que este año se van a ahorrar el reparto de utilidades con sus trabajadores. ¿Es en serio?, ¿presume que tiene boletos más baratos, no importando que sea a costillas de los trabajadores?
En realidad la única manera de hacer que los boletos de avión sean más baratos, es bajando, entre otros, los impuestos que se cobran por derecho de aeropuerto, y apoyando el crecimiento de la industria aérea nacional.
Permitiendo que haya más líneas aéreas nacionales, e incentivar a estas a utilizar las rutas y slots no solo de los 7 aeropuertos más transitados del país, sino detonar los otros aeropuertos, generando incentivos de viajes entre nuestros connacionales para que vayan a esos lugares que hoy, están abandonados, o con muy poca actividad aérea. Se requiere trabajo, inversión y apoyos… No existe una varita mágica que lo logre.