«Te fuiste, amigo, sin decir adiós
Sin dar ninguna explicación
Ya sé que fue por un golpe de tos
Y no por mala educación
Aunque, de todos modos, qué marrón
Zarpar así, sin avisar
Sabiendo que sin tu tripulación
No te gustaba navegar»
Luis Eduardo Aute
Es común relacionar el nombre de Vicente Corta con el Fobaproa, pero quienes lo conocimos y tuvimos la fortuna de convivir con él, sabemos que fue un servidor público íntegro y dedicado a la patria; para nosotros, el haber compartido risas, consejos, su gusto por la ópera, el “acento asturiano” con el que bromeaba, el senderismo o las interesantes cabalgatas donde disfrutaba meditar y respirar la naturaleza, la tierra y sus profundas reflexiones, ese será su legado.
Voy a extrañar las veladas que nunca planeábamos, las pláticas que se extendían por horas acompañados de un buen tequila, una cerveza o una copa de vino, que iniciaban siempre bajo una misma consigna, la que pocas veces cumplimos: “solo dos”.
Una larga trayectoria
Quiero hacer un homenaje póstumo a este gran hombre por su trayectoria profesional y recordar que, en parte, gracias a él, millones de familias lograron conservar su patrimonio durante la crisis heredada por Carlos Salinas de Gortari.
Para muchos puede ser irrelevante hablar de él porque no era muy afecto a los reflectores y siempre mantuvo un bajo perfil, no tenía interés en el aplauso fácil ni compartía la vanidad de los políticos que buscan que se hable de ellos a como dé lugar.
Vicente nació en 1964, abogado de profesión, con una gran experiencia financiera. Le gustaba hacer las cosas pausadamente, decía: “Serenidad ante los retos es para mí uno de los principales valores”, a partir de esa premisa analizaba las posibilidades que la ley ofrecía olas oportunidades económicas y lograba importantes resultados.
Vicente ocupó importantes cargos, fue director general de la Unidad de Banca y Ahorro de la Secretaría de Hacienda, institución a la que ingresó en 1991 y donde fue responsable de los aspectos legales del paquete de emergencia de Estados Unidos a México durante la crisis de la deuda de 1995, la reestructuración de las carreteras de peaje y el diseño de los proyectos de infraestructura “Pidiregas”.
El IPAB
Aunque en ocasiones se le relaciona con el Fobaproa, en realidad Vicente se desempeñó como secretario ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), la institución que creó el presidente Zedillo, que sustituyó al Fobaproa y corrigió los males que tenía, gracias eso, obtuvo reconocimiento internacional, por liderar la reforma integral del sistema bancario de México.
Para entender un poco, el Fobaproa fue un fondo de contingencia creado en 1990 por Salinas en conjunto con la totalidad de los partidos políticos, en aquel entonces, el PRI, PAN, PRD de AMLO y los dos partidos satélites de Salinas -que hoy son los de AMLO- el PT y el PVEM; a fin de enfrentar posibles problemas financieros extraordinarios.
El mal manejo económico y la crisis política al fin del sexenio de Salinas, provocó una crisis económica que le explotó en la cara a Zedillo, quien, apegado a la Ley, solo tenía un instrumento para proteger a los deudores de la banca, sobre todo de créditos personales con tarjetas de crédito y créditos hipotecarios, era el Fobaproa e ir en contra de los banqueros que causaron la crisis.
Entre los banqueros que fueron perseguidos y algunos encarcelados, destacan Carlos Cabal, quien tenía Banca Cremi y Banca Unión, fue detenido en 1998 en Australia y ahora, con la 4T, resurgió como inversionista, aliado y proveedor de los cajeros del Banco del Bienestar.
Otros fueron Ángel Rodríguez, “El Divino”, con Banpaís; Jorge Lankenau, con Banca Confía; José Madariaga con Banca Serfin; Carlos Hank e Interacciones; el exjefe de la oficina de AMLO, Alfonso Romo; Grupo Salinas y Rocha de Ricardo Salinas y otros más que reaparecieron activamente en la 4T.
En 2006 Vicente Corta fue nombrado Joven Líder Global por el Foro Económico Mundial, luego fue contratado por el Banco Mundial para asesorar al gobierno de la India (donde aparece el presidente más popular por este tipo de políticas) para la reforma de su sistema de pensiones. De 2003 y hasta el pasado viernes, fue socio internacional del Despacho White & Case, al que se integró en 2003.
Esto es parte de su legado y sobre la lección que nos deja su partida solo puedo decir que me siento agradecido por los viajes que he hecho, las personas que he amado, las amistades que he forjado y por cada momento que he elegido vivir. Valoro saber que he pedido perdón y que me he perdonado, porque al final, lo cierto, es que en un momento se va la vida.
Gracias, Vicente, nos vemos pronto.