Este encabezado seguramente desde la noche del lunes 21 es el más recurrente en Sinaloa.

Que vinculen a proceso al rector de la máxima casa de estudios de una entidad, es por un lado vergonzoso, por otro, una bocanada de aire fresco para la justicia, el combate a la corrupción y a la impunidad. Eso sí, es un mensaje contundente visto desde cualquier óptica.

Dicho esto, me parece pertinente valorar la situación en su justa medida.

Luego de una larguísima audiencia, la noche de este lunes el juez ha determinado vincular a proceso al rector, por las acusaciones de abuso de autoridad, derivado de la negativa a la ASE para que la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) sea auditada. Se le fijó como medida cautelar, que no podrá salir del país sin que medie orden o permiso judicial.

La Fiscalía avanza en su proceso, el juez ha tomado una determinación, la autonomía universitaria no significa discrecionalidad en su actuar y el discurso de Jesús Madueña Molina se mantiene en politizar los hechos. En este momento no cabe señalar el atentado con la autonomía, mucho menos cuando se han divulgado los millonarios apoyos que gobierno del estado ha otorgado aún hasta la semana pasada para la UAS.

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Al salir de la audiencia derrotado en esta batalla, le esperaban sus seguidores. Universitarios “motivados” a acompañarle afuera del recinto judicial. Su discurso fue opaco, se remitió a lo mismo, defender la autonomía universitaria y a señalar que estaba previsto lo que ocurriría. Su estrategia es argumentar mediáticamente que la UAS es víctima de ataques, politizar el asunto y utilizar en manifestaciones a los pocos universitarios que le continúan apoyando, unos con amenazas y otros con la promesa de mejorar sus prestaciones.

Me parece completamente inverosímil que la autoridad máxima de una institución como la UAS, ande ‘en vueltas’ y sumido en procesos judiciales. Aun tiene un par de audiencias por otras dos acusaciones diferentes, los días 23 y 31 de agosto.

Creo que dichas audiencias serán aún más complejas, pues las acusaciones por esos casos tienen que ver con mal manejo de recursos financieros. Siendo indulgentes, una cosa es el abuso de autoridad, porque un error lo puede cometer cualquiera… Pero hablar de corrupción, de compras simuladas, sobreprecios y desaseo en el uso de las finanzas resulta entonces sí, un hecho delictivo que merece el escarnio popular y todo el peso de la ley.

Consideró como histórico lo que está sucediendo. Porque no es la Fiscalía y tampoco un juez quien está pisoteando la honorabilidad de Casa Rosalina, mucho menos existe un atentado político contra su autonomía. Es el propio Jesús Madueña con una actitud impropia, que ha sido exhibido mintiendo, que ha sido expuesto incumpliendo acuerdos y que ha caricaturizado la figura de rector.

Si recapitulamos un poco, recordemos el penoso amparo que solicitó mintiendo a un juez federal para evitar una orden de aprehensión, cuando describió un impresionante operativo con los tres niveles de gobierno para su detención. De ese tamaño son las acciones del rector. Pasó de largo de la oportunidad de ser el democratizador de la UAS y liberarla del PAS y del cacicazgo de Héctor Melesio Cuén Ojeda.

Y como no podía ser de otra forma, casi a la media noche, el primero que mostró su apoyo con el dirigente universitario fue el propio Cuén Ojeda. Podríamos definir su tweet, sí como un mensaje de solidaridad con Madueña, pero también de corresponsable de la situación límite que vive el rector.

En definitiva, hoy tenemos al rector de una de las universidades más grandes del país, vinculado a proceso. Las audiencias próximas podrían ser aún más reveladoras.

P.D. Si ve usted a un universitario manifestándose en redes sociales o en las calles, dígale que no defienden a la UAS, sino a un rector y su camarilla señalados de abuso de autoridad y presuntos actos de corrupción.

Twitter: @vanessafelixmx