Tan importante es dentro de la industria aeronáutica la seguridad a bordo de la aeronave, como también es que los usuarios de las aerolíneas sepan distinguir entre un incidente y un accidente.
Primero, el término “incidente aéreo” se utiliza para describir cualquier suceso relacionado con la utilización de una aeronave; un incidente afecta o puede afectar la seguridad de las operaciones, pero es susceptible de ser perfectamente controlado.
En cambio “accidente” es el término que define a todo aquello que ocurre en la aeronave (cualquiera que sea), sin importar si están en tierra o en vuelo, pero con la característica fundamental de que no se pueda tener control sobre tal evento.
Ya con ambas definiciones, haré algunas aclaraciones pertinentes respecto al “incidente” que se presentó en el vuelo de Viva Aerobus VB518, del día 23 de agosto, que cubría la ruta Guadalajara-Los Ángeles (GDL-LAX). Dicho vuelo, realizado por el avión modelo A320 con matrícula XA-VAJ, presentó falla en uno de sus motores después del despegue.
Hay que decirlo, este incidente se hizo viral a raíz del tuit de la usuaria @kimbertothelee, que redactó -en inglés- que la tripulación había fallado y que no supo manejar la situación, que no hubo comunicación y que pedía a la gente no volar por esa aerolínea tan desagradable.
Pero ¿Qué fue lo que sucedió?, ¿La pasajera tiene razón o está sobredimensionado el incidente? Yo, como parte de la industria aeronáutica, puedo decir que la pasajera no tiene obligación de conocer todos y cada uno de los protocolos de seguridad a bordo del avión.
Sin embargo, señalo que la principal queja la usuaria fue la falta de comunicación, porque nadie le explicó la razón de no aterrizar en cuanto se dieron cuenta de la falla.
Vayamos por partes. Primero, un avión de ese modelo, puede volar perfectamente solo con un motor; están diseñados para que en caso de falla de uno de sus motores, siga volando hasta que la aeronave pueda aterrizar de forma segura, tanto para pasajeros, como para tripulantes.
En el caso que estamos comentando el incidente se dio apenas después de despegar, y debe considerarse la ruta; el destino era la Ciudad de Los Ángeles, por lo que el avión iba lleno de combustible;
Por protocolo de seguridad, y para evitar un accidente, se procede a “tirar el combustible” hasta quedar sólo con el suficiente para ejecutar la maniobra de aterrizaje de emergencia; obviamente dicha maniobra no se hace en un abrir y cerrar de ojos.
Este procedimiento puede tardar, tal y como fue el caso de este avión de Viva Aerobus; pasó 45 minutos sobrevolando la zona del aeropuerto de Guadalajara, conforme lo marcan los manuales de vuelo.
Y se preguntarán ¿Para qué tiran el combustible?, ¿De verdad es necesario? Y la respuesta es contundente: Sí.
En casos como este, en que hay que aterrizar de emergencia por falla de un motor, se debe limitar la cantidad de combustible en el avión, para reducir las probabilidades de que se incendie y un “incidente”, termine convirtiéndose en un accidente fatal, con terribles consecuencias que lamentar.
Ahora, al ocurrir la falla de motor, los pilotos no pueden perder conciencia situacional, y tienen que realizar una serie de procedimientos dentro de su cabina para minimizar cualquier riesgo y lograr un aterrizaje exitoso del avión, salvaguardando la integridad de los pasajeros.
Por eso ningún protocolo los obliga a que en esos momentos críticos, deban explicar a los pasajeros qué es lo que está pasando.
En el caso del personal de cabina (sobrecargos), si no les dijeron a pie juntillas qué pasaba, es porque ellos también, en caso de un incidente, deben realizar diferentes procedimientos, todos en armonía con el protocolo respectivo.
Si de cabina de pilotos no fluye la información porque están ocupados, los sobrecargos tienen que poner toda su atención a cualquier ruido extraño de la aeronave, y tratar de que el pasaje conserve la calma, evitando en la medida de lo posible las crisis nerviosas.
Finalmente, el avión aterrizó de manera exitosa y los pasajeros fueron reasignados a otro vuelo, para el día siguiente, es decir, para el 24 de agosto, alrededor de las 6:30 de la mañana, en otro avión con matrícula XA-VIJ, y reportan que llegaron perfectamente a su destino, la ciudad de Los Ángeles, poco antes de las 10 de la mañana.
Afirmo contundentemente que el incidente de falla de motor se resolvió de manera excelente, pues siempre fue prioridad mantener a salvo a los pasajeros, para después llevarlos a su destino, sanos y salvos.
Es muy importante -y hay que decirlo- que el manejo por parte tanto de la tripulación de pilotos como de sobrecargos fue la correcta.
Yo sé que en el imaginario del usuario muchas veces sus expectativas de cómo debe funcionar este personal en una emergencia es muy distinta, pero créanme, hablo con la voz de la experiencia.
En Mexicana de Aviación también tuve una falla de motor en un B757, pero con despresurización de la cabina de pasajeros, así que el procedimiento fue diferente, pero sí pudimos llegar a nuestro destino, que era Cancún.
Tal y como lo acaba de reportar la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la aviación sigue siendo el transporte de pasajeros más seguro que existe.