IRREVERENTE

Les platico:

Rubén Pesci es presidente del Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales -Cátedra UNESCO- para el Desarrollo Sustentable.

Como argentino que es, centró la charla que sostuvimos, en la experiencia que vive su país con el presidente Javier Milei.

Pero también habló de El Salvador de Bukele y del México de López Obrador.

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¿Qué les parece si les comparto algunos de los conceptos que destacan de la plática que tuve con él y con su esposa, Cristina Bernardez Ferreira, especialista brasileña en Constelaciones Familiares? ¿Arre? ¡Arre!

El dominio de los influencers

El gobierno de Milei en Argentina es una típica manifestación del aventurismo que vivimos en esta época en muchas partes del mundo.

Es aterrador, porque también comprende a Bukele, el presidente salvadoreño.

Argentina es un ejemplo del proceso mundial de corrupción y decadencia, donde se vive el dominio de los influencers por encima de los verdaderos hacedores y pensadores de la humanidad.

Vivimos una época anti humanista.

Sin embargo hay una esperanza, porque antes vivíamos la época del clientelismo.

Esto lo aprendí muy fuertemente en Italia, que después de haber tenido a Mussolini aprendieron de esas cosas y pasaron a luchar contra ellas.

A pesar de todo, México sigue creciendo enormemente.

Y esto ¿es una virtud o un defecto?

En el caso argentino es un defecto declarado. Es la claudicación de la evolución.

En Argentina caminamos para atrás, como los cangrejos.

En México veo consumismo capitalista neoliberal.

Hay dos países en Occidente en yo creo que conservan la salud de la humanidad: Italia y México.

Pero no en sus gobiernos, sino en su gente. En las calles.

Vengo de estar cuatro días en Tepoztlán, donde abrevé del sol y del aire y eso es México.

Es un mesero simpático; unas tortillas maravillosas, una gastronomía que mi mujer dice que es la mejor del mundo.

Ese es el México que adora el mundo.

Ese es el país al que Estados Unidos le ha gastado más plata que a ninguna otra nación del mundo.

Pero en lugar de estar México en un proceso de desarrollo, está en la vertiente del crecimiento Y eso me preocupa.

No sé si Morena esté en eso.

Actualmente participo en un proceso al cual me invitó la candidata de ese partido a la gubernatura del Estado de Morelos.

Conozco desde hace 20 años a Margarita González y hemos hecho el plan estratégico de Cuernavaca y ella tuvo un rol fantástico desde atrás de la escena, habilitando un proceso de participación exquisito.

Yo confío en esta mujer. Es de una izquierda valerosa y humanista.

No sé cómo se podría ver ella condicionada como parte de un proceso nacional.

Ella me ha pedido que instalemos en su proyecto de gobierno la inteligencia del bien común.

Más de mil postulantes aplican esto en todo el mundo.

¿Qué es?

El bien común lo queremos todos, los sinceros y los hipócritas, pero no lo sabemos conseguir porque aunque lo queramos bien, no aplicamos la inteligencia necesaria.

La que hoy predomina es la del relacionismo positivista, que supo crear el gran consumo térmico de la humanidad. Que instaló el consumo a ultranza como único método del desarrollo.

Postula que no se puede detener el consumo porque se para el desarrollo y con lo cual se arruina la Tierra.

Mientras tanto, la otra inteligencia es humanista, que parte de la ciencia y la ciencia va detrás de los sistemas, va por un cambio profundo de época, basado en los valores humanísticos.

Tenemos que saber pensar las interfases y no las fases.

Así se define la inteligencia del bien común.

Hoy se piensa que yo te hago el bien a ti en tu casa, a él en su auto, pero no se consigue hacer el bien entre los dos.

Ese bien no está en la casa ni en el auto; está en la sociedad.

La inteligencia del bien común busca pensar en el contexto y no tanto en los individuos.

Aún en defensa de la libertad y del bien, todo se centra en los individuos.

Es que esto es lo que nos han enseñado.

Esta ha sido la práctica del Derecho, de las leyes.

Sin embargo, una ciencia que ha sido desarrollada estupendamente en la historia es el Derecho.

Porque además de estar las leyes, que tratan de sanear una república valedera y equilibrada, está la jurisprudencia, que nos hace ver la diferencia entre cada situación.

Tenemos que volver al desarrollo jurisprudencial, que sepa comparar la realidad de cada pueblo, de cada lugar.

Todo esto en pos de un desarrollo endógeno y no exógeno.

Como argentino veo a mi país desde el extranjero, con envidia, porque México es un país adorable.

Me refiero al viejo México. En el de hoy hay problemas que están a la vista.

También veo a mi país con admiración, porque Argentina es un cultor de la reflexión crítica.

Por eso tenemos a un Jorge Luis Borges, es un campeón de la reflexión crítica.

Borges quizá representa lo que el argentino debe ser y Julio Cortázar lo que el argentino es.

Mi rebeldía de adolescente pasaba por leer a Cortázar.

Los adoradores de Borges cultivan su prosa y sus versos, mas no su pensamiento.

Son adoradores estéticos. Creo que no hemos sabido aquilatar su ética.

Cuando Borges nos dice que tenemos el deber de la esperanza, el privilegio de la esperanza, sino el deber, está diciéndonos que debemos ser aguerridos para cambiar.

Argentina es un país, es un territorio de la esperanza, como lo es México. Como lo son tantas otras naciones.

La esperanza de Argentina debemos de fundarla en estos nuevos pensamientos.

No es una esperanza tecnológica, es una esperanza humanística.

Como lo demuestran algunos aspectos del Papa Francisco, que es un pillo como los argentinos, porque no dice todo lo que piensa.

El peronismo argentino se acostumbró a expensas del mal común no del bien común. A tender la mano.

Al respecto, la candidata de Morena a la gubernatura de Morelos piensa exactamente en dirección opuesta al peronismo que mal acostumbró a la gente a pedir ayuda y no a ganársela.

Personalmente, nunca cedo ante el partidismo y menos al adoctrinamiento.

Cuba

La primera vez que estuve en Cuba, una académica muy joven me dijo que en ese país solo enseñaban marxismo-leninismo.

Eso no lo tolero. No puede ser, hay que enseñar la verdad, hay que abrirse a pensar y aprender de la verdad y no a adoctrinar a la gente.

El peronismo adoctrinó siempre.

Hablar de izquierdas y de derechas es aburrido. No existen.

Ninguna de las dos ha logrado el bien común. Lo han relatado, han creado fake news colosales y ha habido atrocidades en ambos bandos.

Atrocidades terribles con violencia y sangre; atrocidades de comprar conciencias.

Hoy tenemos que estar en un cambio de época, donde América Latina sea el continente de todas las esperanzas.

Si no somos capaces de apreciar nuestra cualidad de pensamiento ancestralmente latino, este mestizaje maravilloso que existe en México, nos vamos a quedar sin mundo en 20 o 30 años.

Finalmente envío el siguiente mensaje a mi adorado México: basta de maquilas, produzcan lo que hacen mejor que los Estados Unidos.

Un buen plato de mole, es mejor que una máquina térmica.

Cajón de sastre:

  • Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván, la Ardorosa y Ardiente Lady Cachanilla y la Infame Ramle.