La senadora Lilly Téllez le debe lo que actualmente es, claro que sí, al presidente Andrés Manuel López Obrador.

AMLO la hizo senadora, y Lilly lo sabe. Es lo más importante que ha ocurrido en la vida de ella. Tuvo, sí, una carrera destacada como periodista, pero en ningún momento de su trayectoria en los medios logró la relevancia que ahora disfruta.

La señora Téllez es una figura muy importante de la política mexicana en la actualidad. Por su cargo en el Senado, sin duda, esto es, gracias a que Andrés Manuel le ofreció una candidatura sin antes haber hecho méritos partidistas ni políticos. Es decir, prácticamente de balde entró al mundo del poder por la puerta grande.

Está bien, Lilly Téllez no se entendió con las senadoras de Morena. Sobre todo, chocaron en el tema del aborto. La experiodista es católica y no está a favor de la interrupción del embarazo. Sus compañeras de Morena en el Senado, en mi opinión con un pensamiento más avanzado, consideran que abortar está entre los derechos fundamentales de las mujeres, posición que personalmente comparto.

Tales diferencias ideológicas llevaron a Lilly a fuertes roces con gente de Morena en los medios; el enfrentamiento fue duro, ella se sintió ofendida y se cambió de grupo en la cámara alta. Desde hace rato, para todo fin práctico, es una senadora panista. Es decir, no milita en el PAN, pero apoya a este partido. Y más todavía: en los hechos también apoya al PRI, aliado del panismo desde las elecciones del año pasado.

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Lilly Téllez, sin duda, defiende en el Senado los intereses del PAN y del PRI. Así lo hará en las elecciones de este 2022 y, después, en los procesos comiciales locales de Estado de México y Coahuila, que serán simples ensayos para la contienda presidencial de 2024, en la que, lógicamente, la experiodista apoyará a quien sea el candidato o la candidata del PRIAN.

Apoyar el proyecto político prianista es un derecho de Lilly Téllez, y se le respeta.

Lo que resulta menos respetable es la ingratitud. Se entiende que critique a Morena y aun al presidente López Obrador, a pesar de que este la hizo senadora, pero ¿abusar al ofender a la familia del presidente de México? No se vale, Lilly.

Entre las ofensas recientes, ella utilizó una expresión vulgar y sin duda misógina: “vividor de mujeres”. Lo dijo a propósito de que la casa en la que habita José Ramón López Beltrán no es de él, sino de la esposa del hijo de Andrés Manuel. ¿Cuál es el problema? Las parejas tienen toda clase de arreglos y uno no debe meterse, menos aún si se trata de personas que no participan en política.

Después daré razones para sostener que José Ramón es un hombre honorable, ahora simplemente dejo aquí este juicio sobre alguien tan injustamente agredido.

Si Lilly aplicara la misma lógica a la elección de presidente del Consejo Coordinador Empresarial, seguramente diría que el candidato patronal del PRIAN —Bosco de la Vega Valladolid— es además de un junior sin mucho mérito empresarial, todo un vividor de su novia, la compañera de proyecto político de la senadora Téllez, la también senadora Claudia Ruiz Massieu.

Y es que la senadora Ruiz Massieu Salinas —sobrina de Carlos Salinas de Gortari— anda visitando gente del sector público cercana al presidente López Obrador para ofrecer “ayuda” en las comisiones senatoriales en las que participa, a saber:

La Comisión Especial de Seguimiento a la Implementación del T-MEC, que Ruiz Massieu preside.

Las de Justicia y Jurisdiccional, de la que es secretaria.

Y aquellas otras en las que ella solo es integrante: la de Energía, la de Gobernación, la de Puntos Constitucionales, la de Relaciones Exteriores, la de Cultura, la de Estudios Legislativos y la de Relaciones Exteriores con América del Norte.

Ofrece “ayuda” a funcionarios que tienen acceso a AMLO después de que su novio les visita y pide que supliquen al presidente de México que no lo vete con los grandes hombres y mujeres de negocios, de tal modo de que estos lo dejen llegar a la dirigencia del CCE.

¿Para qué quieren el CCE el señor Bosco de la Vega —empresario de ultraderecha declarado enemigo de la 4T— y su novia la senadora prianista Claudia Ruiz Massieu? Para desde ahí combatir a López Obrador, a quien hoy le piden que no hable mal de ese empresario dedicado a exportar verduras.

No dudaría que detrás de todos ellos, además del tío de la senadora Ruiz Massieu (Carlos Salinas), esté Felipe Calderón, hoy el principal porrista de la senadora Téllez.

Qué maravilla. Pretenden que AMLO les lleve lejos para después traicionarlo. Lilly debería condenar a ese Bosco De la Vega que utiliza a su pareja para sus ambiciones políticas y, desde luego, mostrar ya un mínimo de agradecimiento con quien la hizo senadora.