El proyecto que representa Xóchitl enfrenta los terribles liderazgos de los partidos que la postulan, sobre todo el de Marko Cortés del PAN y Alejandro Moreno del PRI, ambos una verdadera burla, una especie de “Caballo de Troya” al servicio del mandamás de Palacio, aunque aseguren que están con ella y con el proyecto.
Los seis partidos que están en la contienda, los tres del oficialismo y los tres de la oposición pasan por una grave crisis, y sus dirigentes, sin excepción, están al servicio de AMLO.
Elección de Estado
Si realmente Xóchitl Gálvez quiere ganar la contienda por la presidencia tendrá que superar los factores negativos que afectan su campaña. El primero, que claramente enfrenta una “elección de Estado” con la participación ilegal de un presidente que se mete en todo el proceso electoral.
AMLO regresó a las épocas más oscuras, se convirtió en líder de su partido, definió el cómo, el cuándo y el quién en su contienda interna, regresó al “dedazo” y, a los aspirantes que no fueron, les repartió puestos en el próximo gabinete y posiciones en el Congreso.
Como si fueran de él, utiliza todo el poder y la estructura gubernamental, desde las mañaneras hasta los programas sociales y el reparto de beneficios económicos. También establece la narrativa y dirige la campaña de su corcholata, controlando además a buena parte de la prensa.
Enemigo en casa
Es verdaderamente patético ver líderes como Alito y Marko, que se enquistaron en sus partidos y no representan a nadie, ni a los simpatizantes ni a la candidata.
Ahora, cuando más se requiere de la estructura de los partidos para apoyar a la candidata, le restan apoyos económicos, logísticos y de comunicación, y no solo eso, le “meten el pie” cada vez que Palacio Nacional se los ordena.
Sacrifican la democracia por sus intereses personales
Cuando discutían en el Congreso la militarización y AMLO requería del voto del PRI, Alito se convirtió en el vehículo correcto para dominar a la bancada. A pesar de las acusaciones por corrupción cuando fue gobernador de Campeche, fue perdonado con sólo presentar una iniciativa para modificar el artículo quinto transitorio de la reforma constitucional con la que se creó la Guardia Nacional, para extender hasta 2028 el periodo en que el titular del ejecutivo federal podría disponer de las fuerzas armadas para ejercer labores de seguridad pública.
Marko Cortés, se opuso abiertamente a la candidatura de Xóchitl y ha sido operador de Ricardo Anaya, otro traidor al PAN, que sirvió de esquirol a Andrés en la campaña del 2018, ha hecho hasta lo imposible por retirar el apoyo del partido a su candidata y no sólo eso, sus operaciones fraudulentas sirven para desprestigiar a la oposición.
Entre los múltiples ejemplos de la traición de Marko Cortés a Xóchitl, al PAN y a la coalición está cuando el PRI arrasó en Coahuila y Xóchitl tenía a AMLO contra las cuerdas, pues le había negado su derecho de réplica ante acusaciones mentirosas y, para generar un escándalo, Marko expuso documentos que revelaban supuestos pactos para nombramientos en el poder judicial y reparto de notarías, con ello, distrajo la atención negativa de AMLO y dañó la imagen de su partido y de la entonces precandidata.
Los partidos que integran el Frente se comprometieron a apoyar a la campaña presidencial con 272 millones de pesos, que no es ni la mitad de los 660.9 millones de pesos que el INE estableció como tope de gastos por candidatura presidencial en las elecciones de 2024.
No se ve a Alito ni a Marko actuando en favor de Xóchitl, por el contrario, se ven torpedeando sus acciones y favoreciendo indirectamente a la candidata del oficialismo.
Los dirigentes del PRI y el PAN prácticamente no participan en la difusión de los mensajes y propuestas de la campaña presidencial.
La trampa del debate
En el primer debate la mal asesoraron supuestos estrategas que le impusieron los partidos políticos, que insistieron en los ataques y en dejar las propuestas de lado, la sobre maquillaron, le quitaron su esencia y por supuesto, al final los dirigentes no salieron a dar la cara a los medios.
A pesar de ellos, Xóchitl va
Los líderes parecen dormidos, apáticos, no hacen trabajo de campo, no mueven a las calles, a la poca militancia que les queda, no aportan nada a la campaña.
Xóchitl lucha contra una elección de Estado y contra los que desde adentro juegan a favor del oficialismo.
Sin embargo, hay tres aspectos que sostienen con posibilidades de triunfo a Xóchitl:
1) El desastre generado en el gobierno de AMLO con las peores crisis en seguridad, salud, educación, abasto de agua, corrupción e impunidad.
2) El respaldo social. La sociedad está harta y preocupada por la situación que priva y por el futuro que nos espera si gana el continuismo.
3) Tiene a su lado personajes de primera línea como Adriana Dávila, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo, Kenia López, Aurelio Nuño y Fernando Belauzaran y con ellos, a grupos organizados de la sociedad civil que luchan por la democracia y la defensa de las instituciones.
Contra viento y marea Xóchitl va, y tiene algo más, valentía para aprender de los descalabros, basta ver las entrevistas posteriores al debate, donde la volvimos a ver fuerte, clara y contundente.
X: @diaz_manuel