El Filósofo de Güémez, Xóchitl, Lilly y la líder Claudia
No puedo presentar en su versión original una sabia, aunque vulgar expresión del Filósofo de Güémez que viene al caso para analizar el famoso video de ayer de Xóchitl Gálvez. Así que la adaptaré al deporte, específicamente a las vueltas ciclistas por etapas, como el Tour de Francia que inicia el próximo sábado. Resulta necesario hacerlo de esa manera para que el aforismo del eminente pensador tamaulipeco no sea considerado patanería.
Diría el Filósofo de Güémez en plan de cronista de ciclismo: “Si en el Col du Tourmalet —durísimo puerto de montaña ubicado en los Pirineos franceses— tres ciclistas persiguen con todo lo que tienen a la líder, y la que va adelante de las tres no alcanza a la puntera... las otras dos menos lo lograrán”.
Hubo entusiasmo ayer en la derecha mexicana por un video de Xóchitl Gálvez, ejemplar mujer empresaria y política. Fue exitosísimo el video, dijeron. Hubo quienes lo consideraron algo así como un récord intergaláctico en visualizaciones.
La euforia —en mi opinión basada en no entender Twitter— llevó a excesos analíticos inclusive a intelectuales de primer orden, como el normalmente mesurado y objetivo economista Jorge Suárez-Vélez, quien escribe en los diarios El Norte y Reforma. Enseguida un tuit de este experto en finanzas: “Rompió las redes hoy @XochitlGalvez con 2.3 millones de visualizaciones en Twitter en cuestión de horas, 64% más que el récord de @Claudiashein de 1.4 millones, y el día todavía no acaba. Con razón se me vienen los bots encima cada vez que la menciono. Tiene miedo @lopezobrador_”.
Sorprende que alguien tan inteligente y maduro como Suárez-Vélez recurra a comparaciones del tipo “mi papá la tiene más grande que el tuyo”. Sobre todo porque un hombre tan educado como el colaborador de El Norte y Reforma no puede ignorar un hecho fundamental de los videos de Twitter: “Con dinero baila el perro”, es decir, desde hace años no hay ninguna posibilidad —ni en esa red social ni en las otras— de que aumentan las visualizaciones si alguien no motiva al algoritmo con devaluados, pero muy apreciados dolaritos.
Son un hecho las campañas de manipulación organizada en Twitter. Carlos del Castillo, experto en derechos digitales e implicaciones sociales de la tecnología de elDiario.es —el más importante portal informativo de España— ha dicho lo siguiente sobre el tema:
- “Si se tiene en cuenta solo el número de usuarios, Twitter está varias órdenes de magnitud por debajo de plataformas mayoritarias como Instagram, Facebook o TikTok”.
- “Sin embargo y pese a los problemas de credibilidad y discurso de odio que la asolan, sigue siendo la red que concentra buena parte de la conversación social y política online”.
- “Por eso también es el lugar elegido por los manipuladores para ensayar estrategias y estudiar cómo influir con ardides artificiales en la opinión pública”.
Espero que Jorge Suárez-Vélez acepte una invitación a comer para discutir el asunto. Si le gusta el restaurante de Arturo Cervantes, que la reunión sea ahí, y si no le gusta, que sea en cualquier otro establecimiento.
Medición de corcholatas y corcholatos de oposición
Mientras la cita con Suárez-Vélez se concreta, le dejo los datos de una encuesta telefónica, rápida pero probabilística, que ayer realizó alguien para medir de qué tamaño fue el impacto del video de Xóchitl. Estos son los datos de las preferencias electorales relacionadas con la oposición el miércoles 28 de junio de 2023:
Para alcanzar a la experimentada priista Beatriz Paredes y a la popular panista Lilly Téllez la respetada y admirada senadora Gálvez tendrá que hacer mucho más que videos de redes que sus estrategas mueven con dinero.
Y bueno, todas las encuestas lo diagnostican: Beatriz y Lilly persiguen en una situación de gran desventaja a la líder Claudia Sheinbaum, a la que nomás no pueden alcanzar; así las cosas, si Xóchitl no sube la cuesta al ritmo de Lilly y Beatriz, menos logrará estar al nivel de Claudia.
Por cierto, Claudia gana otra encuesta, hoy la de Buendía & Márquez en El Universal:
El secreto para competir con posibilidades de éxito en la alta montaña de la política no está en las redes sociales, sino en los recorridos pueblo por pueblo, barrio por barrio, casa por casa. El diálogo directo con la gente es fundamental. ¿Twitter? Lo único seguro con esa empresa es que Elon Musk la ha echado a perder.
Los constitucionales huevitos de Aguilar Camín
Se entiende la desesperación de un escritor tan importante como Héctor Aguilar Camín. Ya no puede con la carga de intentar hacer rentable su negocio editorial sin el apoyo del gobierno. Perdió contratos perfectamente legales con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder presidencial; por cierto, debe subrayarse que la administración pública federal dejó de comprar los productos ofrecidos por don Héctor sin violentar ninguna ley.
Para Aguilar Camín es un asunto de vida o muerte que la 4T desaparezca. Como las encuestas pronostican otra cosa, entonces sueña con que a Morena se le elimine antes de las votaciones presidenciales de 2024. Por eso afirma —con razón— que son ilegales las campañas o precampañas adelantadas del partido de izquierda. Tan ilegales, por cierto, como las otras, las de la oposición también adelantada. Pero… Según Aguilar Camín la oposición, a diferencia de Morena, encontró “una salida legal”. Es absurdo, por supuesto.
El citado intelectual afirma, correctamente, que la ley autoriza a los partidos a formar frentes “sin restricciones específicas respecto del momento en que pueden formarse”. Pero el propio Aguilar Camín aclara que la legislación impone un requisito a la formación de frentes: que deben ser para objetivos de “índole no electoral”.
Evidentemente el frente que está construyendo la oposición es de “índole SÍ electoral”. ¿O para qué chingaos se están uniendo el PRI, el PAN, el PRD y la sociedad civil? Sus dirigentes lo han dicho en todos los tonos: están constituyendo un frente para seleccionar al candidato o candidata para las elecciones presidenciales de 2024.
Pero, jugando al abogadillo mañoso que no es, Aguilar Camín propone “un buen alegato jurídico y una rápida gestión ante el INE” para que la ilegalidad se legalice teniendo como fundamento la muy boba tesis de que “los efectos electorales del frente, aunque evidentes, son posteriores a su tiempo de vigencia como frente”. Se pasa Aguilar Camín.
Don Héctor todavía se atreve a decir que aunque su propuesta es “un formalismo jurídico”, subraya que se trata de “un formalismo con fundamento legal. Y la ley es la ley”. El colaborador de Milenio llega al extremo de confesar que su propuesta la basa en el hecho de que hay maneras legales de no pagar impuestos. ¿Estará Aguilar Camín al corriente en los registros del SAT? Espero y deseo que sí.
O sea que si la oposición anda, como es evidente, en actos anticipados de campaña, lo que hace es legal por los puros huevos de Aguilar Camín. Y también por sus huevitos, si Morena hace lo mismo se trata de algo ilegal, y por lo tanto debe castigarse al partido de izquierda.
La oposición no está derrotada. Va perdiendo, lo afirman todas las encuestas. Puede crecer y ser competitiva en 2024, pero sus ideólogos, para no caer en conductas infantiles que en nada ayudan, ya deben dejar de soñar con los contratos que el malvado AMLO les quitó.
Salarios de ministros y ministras
Hoy los columnistas de Milenio se sintieron juristas casi todos. Ya vimos las chicanas planteadas por Aguilar Camín para perjudicar a Morena y beneficiar al frente PRI, PAN, PRD y sociedad civil —cualquier cosa que signifique eso de sociedad civil—. Otros dos columnistas del diario de Pancho González, los señores Carlos Marín y Joaquín López Dóriga, analizaron el tema de los salarios de quienes integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Me parece que Marín y Joaquín esta vez no fallan. Veamos.
Aunque los dos dicen lo mismo, citaré a Marín, quien a pesar de criticar con misoginia a la secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde, da mejores argumentos que Joaquín sobre el tema de los salarios:
- Para empezar Marín aclara que la ley no habla de salarios, sino de percepciones.
- Ministros y ministras ganan un “salario mensual más aguinaldo, prima vacacional y un ‘pago por riesgo’ anual de 416 mil 754 que, sumados, importan tres millones 345 mil 439 pesos al año, equivalentes a 278 mil 786 mensuales”.
- “Si solo se considera el sueldo, AMLO tiene razón”.
- Marín cita el artículo 127 de la Constitución: “Los servidores públicos recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño de su función”; “se considera remuneración o retribución toda percepción en efectivo o en especie, incluyendo dietas, aguinaldos, gratificaciones, premios, recompensas, bonos, estímulos, comisiones, compensaciones y cualquier otra…”.
- La Constitución establece que ningún servidor público podrá recibir una remuneración “mayor a la establecida para el presidente”. Remuneración, que conste: “No menciona las palabras ‘sueldo’ ni ‘salario’. Únicamente se refiere a remuneraciones, percepciones”.
- “En rigor, el importe real de las remuneraciones de los ministros es considerablemente menor que las del presidente porque no se ciñen al salario en dinero, sino también en especie, y la familia presidencial no tiene que pagar habitación, luz, agua, comida, teléfono, celular, servicio médico, seguridad, choferes, ropa, comida, transportes ni asistencia doméstica”.
- Por lo demás, dice Marín, el 94 constitucional ordena que la remuneración que perciban ministros de la corte, magistrados de circuito, jueces de distrito, consejeros de la judicatura federal y magistrados electorales “no podrá ser disminuida durante su encargo…”.
- López Dóriga espera que la presidenta de la corte, Norma Piña, responda a la secretaria Luis Alcalde, esto es, que la jurista entregue a la coordinadora del gabinete de AMLO “un informe sobre las acciones que ha realizado para cumplir con el mandato del artículo 127 de la Constitución, por el que ningún servidor público podrá recibir remuneración mayor a la del presidente de la república”.
- Buena puntada sería que la ministra Piña entregara como informe a la secretaria Alcalde las columnas de Marín y López Dóriga. Sería una excelente provocación, ¿o no? AMLO, naturalmente, la aprovecharía para responder con creatividad, supongo. Y así seguiríamos todos y todas educándonos en cuestiones constitucionales.