Xóchitl Gálvez es realista y sabe jugar en equipo. Sabe tambièn que lleva la delantera en las encuestas y que, por lo tanto, tiene buenas posibilidades de derrotar a Morena en la CDMX. Entonces, acepta el reto de enfrentar en las urnas a la poderosa izquierda capitalina. En tiempos de destapes, ya se ha destapado.
Está convencida la popular senadora de que el presidente AMLO no lo va a atacar en las mañaneras. Dice Xóchitl —la han escuchado diferentes personas que se han reunido con ella— que Andrés Manuel no tendría cara para cuestionarla dado que el actual presidente, antes de las elecciones de 2018, le envió a dos representantes para convencerla de integrarse a Morena: “¿Por qué me criticaría hoy si antes me mandó decir que soy una política limpia y una funcionaria eficiente?” No va a mencionar, si no hay necesidad, los nombres de los emisarios de López Obrador, pero son conocidos e importantes.
Basada en números, tal como le enseñaron cuando estudió ingeniería en la UNAM, ha concluido que la oposición no tiene a nadie mejor que ella para la candidatura a jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Pero, a pesar de lo anterior, la senadora Xóchitl Gálvez encuentra una única razón, poderosísima, por lo que abandonaría sus aspiraciones de gobernar la capital mexicana: sumarse al proyecto de Luis Donaldo Colosio Riojas si este decidiera buscar la presidencia en 2024 por una alianza de partidos de oposición.
La conocida aficionada al Cruz Azul lo mencionó en una reunión reciente y quienes la escucharon simple y sencillamente le comentaron que si ese fuera el pensamiento de los líderes del PRI, del PAN, del PRD y de MC, sin duda habría tiro —un tiro durísimo— en las próximas elecciones presidenciales.
¿Por qué apoyaría a Colosio y renunciaría a su propio proyecto? Porque considera que es más importante que la oposición gobierne todo el país que solo la CDMX.
Con realismo —una virtud rara en los políticos— Xóchitl ha concluido que en la oposición solo Donaldo tiene fuerza para competir con quien sea el candidato o la candidata del partido del presidente López Obrador. Espera que se pongan las pilas Dante Delgado, Marko Cortés y Alito Moreno.
Pero el joven Colosio, para triunfar, necesita algo más que incrementar su popularidad y armar una alianza de partidos: le hace falta un equipo con experiencia que lo acompañe.
Xóchitl Gálvez tiene muchas virtudes, entre otras: (i) En el Senado domina mejor que nadie los temas técnicos, sobre todo los relacionados con la energía; (ii) brilló en un gobierno en el que hubo pocos luces, el de Vicente Fox; (iii) sufrió un fraude electoral cuando su hoy colega senador Osorio Chong operó para que le robaran la gubernatura de Hidalgo, que ella claramente había ganado; (iv) ha sido una empresaria exitosa, y (v) fue una extraordinaria jefa delegacional en Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México.
Tiene la senadora Gálvez otra virtud, la más importante de todas: sabe jugar para el equipo. Así que si se le necesita en un proyecto electoral con posibilidades de victoria —se lo tendría que pedir Donaldo—, ella ahí estará, aunque no cumpla su sueño de ser la jefa de gobierno de la Ciudad de México.