“Más vale ponerse desde luego en lo peor -contestó el ingeniero-; así se reserva uno la sorpresa de lo mejor.”

JULIO VERNE

“No you just have to wait

She said love don't come easy

It's a game of give and take

You can't hurry love

No, you just have to wait

You gotta trust, give it time

No matter how long it takes.”

PHIL COLLINS

La horma de su zapato. O, para el caso, una piedrota en este. Verdadera contrincante para López Obrador; rival que puede vencerlo en las próximas elecciones federales.

¿Vencerlo? Veamos. Sé perfectamente que la reelección presidencial no existe en nuestro país. Mas, siendo francos, no importando cuál corcholata resulte representante de la 4t, en realidad quien estará en la boleta electoral es Andrés Manuel López Obrador. Las votaciones del 2024 son un referendo sobre su gobierno.

Han sido casi cinco años donde ningún suspirante o figura de la oposición le había inyectado emoción a la eterna campaña del mandatario; hoy entusiasma que alguien enfrente a López Obrador y ponga el acento sobre las íes (de verdad espero no sea producto de un acuerdo entre Xóchitl y Andrés Manuel…).

En fin, por lo pronto lo que aprecia: persona carismática y que al menos algunas pasiones levanta entre ciertos sectores de la población (en gran parte el quid del asunto será ver entre cuáles y hasta qué punto).

Todo indica que Xóchitl Gálvez será (es) el dolor de cabeza de López Obrador. Quien sin utilizar el discurso de “primero los pobres”, es quien sí lo ha sido y ha logrado salir adelante. ¿Aspiracionista? ¡Por supuesto! La narrativa de López Obrador hecha realidad ¡y hecha mujer!

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Indígena, nacida pobre, que logra ser empresaria exitosa y una política honesta. Sí, al parecer existe esa rara especie…

Una fuerte contendiente que no se va a achicar ante falsas acusaciones; de hecho, ante la negativa del presidente de recibirla en Palacio, quien creció fue ella. Él se encerró.

Todo esto López Obrador ya lo entendió. Por ello su estrategia (ya la dio a conocer) es naturalizar la idea de que detrás del Frente Amplio por México está Claudio X. González. Particularmente, que este activista es quien “ha construido” a Xóchitl Gálvez. Desconozco si este personaje tenga amplia injerencia en el Frente, pero lo que es ciertamente falso es que él y Gálvez trabajen juntos.

En pocas palabras, la carrera por la Presidencia, mismo antes de comenzar, ya ha generado otra. A ver quien alcanza la meta antes: si Andrés Manuel, al socializar la mentira de que ella es la candidata de la “mafia del poder”, o si ella, empujando su propia agenda, su visión de país; conformando una imagen de ciudadana independiente que crece en las precandidaturas de manera rápida y constante, tirando abajo la patraña palaciega.

El tiempo apremia. López Obrador ya empezó a elucubrar sobre el candidato del Frente Amplio por México, anunciando que en un par de días dirá de quien se trata y reiterando que depende del dedazo de Claudio X. González (claro, el peje cree que todos son de su condición).

Xóchitl, por su parte, tiene que superar un primer, gran, escollo. Posiblemente el único que se le presentará, pues posee tablas suficientes para enfrentar el resto de las etapas. Esta zanja es reunir las dichosas 150,000 firmas. Y es que Xóchitl carece del dinero y de las estructuras de movilización con las que sí cuentan otros precandidatos (un Santiago Creel, por ejemplo; de las corcholatas morenistas mejor ni hablamos…).

En todo caso, conseguir las firmas es aduana necesaria para probar una cosa y solo una: si Xóchitl tiene o no potencial para crecer en el conocimiento de la opinión pública a nivel nacional (y ya no meramente circunscrito a la CDMX o a Hidalgo). Xóchitl lo sabe y por eso dice: “si no logro conseguir las 150,000 firmas, ¿para qué continuar?”. No alcanzarlas significaría que no podría resistir todo el proceso que le lleve a ganarle a Claudia Sheinbaum (a Marcelo Ebrard o a cualquier otro oponente de la 4t, incluyendo a Andrés Manuel, como ya dije).

Si ella logra salvar esta “trampa”partidista del proceso, si cumple con ello, entonces se dará algo sin precedentes en nuestro país: que las estructuras y dineros de al menos tres partidos la busquen y la apoyen. Ya no se diga que lo mismo hagan importantes grupos sociales y empresariales del país.

Atestiguaremos por primera vez un proceso al revés a lo que se nos tiene acostumbrados. Una alianza que no impone a su(s) candidato(s) y una mujer aspirante a la Presidencia que lleve por bandera el apoyo real de un importante porcentaje de la ciudadanía (me refiero a la que sí hace la diferencia, no a los likes ni a los bots; esos no votan).

Mientras eso sucede (o no), Xóchitl (y el Frente Amplio por México, aunque este en menor medida) ya lograron lo impensable: van tres días al hilo que le “roban” el guión a López Obrador. ¿Alguien se acuerda de las corcholatas?

De notar es que ahora, que se acerca la mega reunión de López Obrador del primero de julio, de lo que se habla es de Xóchitl Gálvez Ruiz…