Leo en Reforma que la aspirante presidencial de la alianza PRI, PAN, PRD se entrevistó hoy martes 14 de febrero con el papa Francisco en Ciudad del Vaticano. A la panista la acompañaron su esposo, su hija, su hijo y su coordinador de campaña Santiago Creel.

Desde luego es importante para una candidata visitar a cualquier jefe de Estado, más todavía si se trata del principal dirigente de la iglesia católica, en la que cree una mayoría de la gente en México.

El problema aquí, como se lee en la nota del periódico Reforma, es que había  un compromiso entre el Vaticano y la campaña de Xóchitl Gálvez: no difundir ninguna información sobre el encuentro entre la panista y el papa Francisco, ya que eso se haría hasta mañana jueves.

Si desde muy temprano circuló una foto de la candidata Gálvez en el Vaticano –la dio a conocer Ciro Gómez Leyva en su noticiero de Radio Fórmula–, era cuestión de horas para que la filtración generada por el equipo de Xóchitl fuera completa: que ella se había reunido con el sumo pontífice.

Lo anterior, digamos las cosas como son, en buena teoría política tiene un nombre: gandallismo, algo siempre inmoral, más considerando que la víctima de la acción gandalla ha sido un dirigente espiritual que, a diferencia de otros que la humanidad ha conocido, es todo un humanista.

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En el diccionario de la perversidad política lo que hizo Xóchitl con el papa Francisco además de gandallismo tiene otro nombre: chamaquear. En efecto, la candidata X se ha aprovechado de la buena fe del pontífice quebrantando un acuerdo que el papa Francisco, cuyo nombre secular es Jorge Mario Bergoglio, pensó que iba a ser respetado porque supuso que la panista no solo es una candidata seria, sino una mujer de principios.

Ya sabe el papa Francisco que Xóchitl Gálvez ni es respetable ni cumple los acuerdos: ella es gandalla, ambiciosa, tramposa y está dispuesta a todo para lograr lo que según todas las encuestas no está a su alcance: ganar la presidencia de México, lo que es imposible porque, invariablemente, en los estudios demoscópicos aplicados con objetividad la panista pierde ¡¡¡con más de 30 puntos de desventaja frente a Claudia Sheinbaum!!!

No sé si Xóchitl sea católica o si tiene otra religión, pero no importa: lo que no tiene son principios éticos, ni católicos ni de ningún tipo.