Por Juan E. Rubio Gualito
En el marco de las adelantadas elecciones de la “coordinadora del Frente Amplio por México” o mejor dicho la “candidata de Claudio X. González”, observo mucha queja y victimización respecto a que la estructura del PRI y parte del PRD estaban “echándole montón” a Xóchitl Gálvez, llegando al grado de denunciar que Alito y sus huestes no la quieren dejar pasar, aun y cuando estos días Santiago, “el eterno suspirante”, Creel declinará en su favor y aventara toda la maquinaria PANista (que por cierto no es mucha) en su favor. En serio, ¿quién esperaba algo distinto? Vámonos por partes para entender a qué se va a enfrentar la sufrida Xóchitl y que no será tan sencillo, como su “milagrosa y millonaria transformación” desde aquellos días en que decía vender gelatinas:
Primero debemos entender que la imposición de Xóchitl y la creación del Frente fueron operados desde las oficinas de Claudio X. González al poniente de la Ciudad de México, imponiendo dicha estrategia a la rémora partidos de oposición, ante la aplastante simpatía entre el pueblo del presidente López Obrador y la misma Cuarta Transformación. Dicha estrategia condujo al montaje de las marchas en “defensa” al INE y de Norma Piña, así como otras acciones las cuales algunas desbordaba la violencia y el odio que traen sus organizadores. No quedándole más opción a Alito, Marko y Chucho que someterse al gran patrón y su engendro político.
México ya tuvo la experiencia de tener un personaje muy carismático con Fox en el 2000, mismo que aunque intelectual y políticamente estaba muy limitado, en aquel momento logró hacerse de la presidencia. Estas características las cumple la misma Señora X (incluyendo la de la carencia de atributos), por lo que la convierten en una figura que puedes colocar progresivamente en los medios, como una mercancía. Pero ojo, esta nueva “mercancia política” tiene que pasar un primer filtro que es el ganar su proceso interno y obtener la candidatura de esta entidad amorfa a la que le llaman Frente, pero dicho nombramiento significa ganarle al mismísimo PRI, institución especialista en maniqueos, robos, manipulaciones y demás trucos electorales.
Sumando a sus multicitadas carencias, se agrega la exhibida que le ha dado Beatriz Paredes en los debates que entre ellas se organizaron, exhibiendo de cara los pocos creyentes en la legitimidad de este circo, la pobreza política e ideológica de Xóchitl.
Por lo que queda más que claro el PRI tratará de todas las maneras posibles tratar de bajar a la electa por Claudio y demostrar que la mejor opción (o menos mala) es doña Beatriz.
Alrededor de este escenario entendemos que el comportamiento del priismo no sorprende a nadie, simplemente actúan como siempre han actuado. Así son y se morirán con la suya, es algo inherente a ellos, no saben hacer política de otra manera, ya que los tres partidos en los últimos 5 años, carentes de proyecto e ideas políticas, solo se han encargado de atacar al régimen y basan su programa político-electoral en decir un día sí y otro también “lo malo que es el morenismo”, demostrando lo carente de argumentos que siempre han sido.
¿Qué le tendrían que sugerir sus flamantes asesores a la Sra. X si realmente es seria la intención competir en la elección presidencial? Básicamente son 2 cosas: hacer que la gente que simpatiza con ella se registre y que las mismas salgan a votar el día de la primaria del frente (menuda cosa). Lo que sería parte del quehacer político de cualquier militante de izquierda, para Doña X y sus huestes es más que complicado, se vuelve una proeza. Para cualquiera que lea esto podrá parecer exagerado, pero estamos hablando de un sector de la política que lleva 40 años resolviendo la elección de candidatos a través de cochupos, lejos de su militancia y a años luz del pueblo, pero una actitud pasiva, le da manga ancha a las pírricas estructuras partidarias del PRI para bajar a la hoy muy preocupada Xóchitl.
Es más que claro, el priismo se jugará su última carta a costa del mismo frente, e insisto está en su papel y se va a morir con la suya. Y si Xóchitl quiere tener la candidatura de este adefesio llamado Frente Amplio Progresista, tendrá que mejorar su capacidad de debate, estructurar su discurso, generar y crecer una estructura sin militancia que compita contra un partido con una experiencia de más de 80 años (casi nada). Y, ojo, si ella no puede hacer eso, entonces quién sabe si pueda ganar la tan ansiada candidatura.
Pero, si Xóchitl es impuesta por don Claudio X, y se obliga al PRI a abrazarla como su candidata, entonces estaremos viéndola en la cédula de votación, pero a qué costo, porque esto dará un pretexto, para que parte o la totalidad del Revolucionario Institucional rompan la alianza… que dilema para la emprendedora de moda.
Quien más se beneficia de esto es Claudia Sheinbaum, la inminente coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, ya que llegará a enfrentar a una Xóchitl totalmente desgastada, con una coalición fracturada y con una ventaja de más 25 puntos.
Que sigan como van…
Juan E. Rubio Gualito: @juanrubiog
Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales