Como ya es de conocimiento público, el día 12 de mayo se dio el anuncio por parte del Banco de México de que se incrementaría la tasa de interés de referencia en 50 puntos base, alcanzando un incremento de 6.5% a un 7%, siendo este el cuarto incremento de 50 puntos base en dicha tasa diaria, y el séptimo incremento consecutivo.
Como ya había hecho mención en artículos anteriores, esto era casi obligatorio dado el importante incremento que tuvo hace algunos días la tasa de interés de la FED (medio punto porcentual, uno de los más grandes incrementos en los últimos 22 años en Estados Unidos) causo presiones al alza en nuestra propia tasa de interés dado varios factores que ocasionan que se estandarice el comportamiento de la tasa de interés de México respecto a la de Estados Unidos (uno de esos, por ejemplo, es la protección al nivel del tipo de cambio ocasionado por la disparidad de tasas de interés, y su posible efecto en el incremento de precios en el país a partir del incremento de precio de las importaciones). Estos movimientos en la tasa de interés podrían afectar, principalmente, el comportamiento de algunos instrumentos de inversión de renta fija (en este escenario, el incremento de la tasa de interés nos podría beneficiar al ofrecer un mayor interés), así como en el costo de los prestamos (dado que ahora la tasa de interés a la que prestan los bancos es más elevada) y posibles variaciones en el mercado de valores.
No era de extrañarse que debido a las fuertes presiones inflacionarias a nivel global en la gran mayoría de las economías ocasione que aún se sigan llevando a cabo medidas de política monetaria que busquen incentivar el ahorro, y por ende, retirar dinero de las economías para desincentivar el gasto agregado (y así reducir las presiones de demanda). Si bien se pueden apreciar los esfuerzos de las autoridades para intentar impedir el progreso de la inflación, lo cierto es que aún se tienen expectativas muy negativas respecto a la actual situación económica (es decir, aún se mantienen expectativas de inflación muy fuertes que terminan siendo profecías autocumplidas). Solo como ejemplo, el caso de las caídas en los precios del Bitcoin y las criptomonedas (el cual es considerado por algunos expertos como un termómetro muy aceptado del entusiasmo especulativo en el mercado) nos demuestra que aun existen mucho pesimismo sobre el comportamiento general de las diferentes economías en el mundo.
Por otra parte, ya han salido las primeras opiniones sobre las medidas de ajuste contra la inflación por parte del presidente a partir del control de precios de la canasta básica. El control de precios a partir del manejo de política fiscal (es decir, la aplicada por autoridades a cargo del mandatario, como la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, o la Secretaria de Economía) puede repercutir en una serie de problemas que a la larga ocasione el desarrollo de nuevos mercados negros que busquen sacar beneficios a partir de la escasez (escenario estimado a partir de suponer que ante el establecimiento de un precio limite, la cantidad demandada seria mayor a la cantidad ofrecida, y por lo tanto, a un nivel debajo del precio de equilibrio). Uno de esos problemas, por ejemplo, es que el hecho de dejar fijos los precios de ciertos productos a las empresas (principalmente a las pequeñas y medianas empresas) aun a costa de los incrementos de los costos de materia prima necesaria para el desarrollo de sus actividades repercutiría en su propia actividad productiva, y por lo tanto, se podría correr el riesgo de afectar a dichos negocios hasta llevarlos inclusive a su cierre. E insisto, el principal problema ocurre para las pequeñas y medianas empresas, las cuales son más vulnerables a este tipo de acciones. A pesar de que la inflación es un problema importante, hay que tener cuidado en no implementar medidas que ocasionen que nuestro trade off sea excesivo.
¿Y ahora qué sigue? Tendremos que esperar y ver cómo se llevan a cabo las medidas de política económica por parte de las autoridades pertinentes, y esperar a que dichas políticas nos beneficien mas de lo que tengamos que sacrificar.
Jorge Alberto Najera Salmeron en Twitter: @JansNajera