IRREVERENTE
Respondo aquí y así a los peñascos rudos que profieren en texto y lengua insensibles y atropellados, indolentes críticas contra lo que sucediere y que en seguida les platico:
Las puertas del Palacio se abren y aparece una bella mujer vestida de Cenicienta, que saluda con la frescura de sus 26 años al marido, quien la recibe sorprendido y que llevado por sus apenas 34 que cumplirá el 28 de diciembre, exclama en el tono coloquial tan común entre los jóvenes: “qué bañada estás tú”.
Este incidente, que pareciera extraído de un cuento de hadas, casi lo es, por la esperanza que alienta a un pueblo sometido por años de gobernantes malos, corruptos e ineficientes.
Esto que les narro ya es de sobra conocido, pero a diferencia del escarnio que ha predominado hacia los personajes, ambos me merecen simpatía.
A las plumas o teclas fáciles que han llenado de escarnio sus espacios donde escriben, les quisiera recordar que Nuevo León le dio el poder de la gubernatura a un joven, que ha sido acompañado en todo momento por su aún más joven consorte.
Mariana ha aguantado a pie firme al lado de su marido, el vendaval de críticas, ataques, censuras, acusaciones y acoso de un sistema político, social y hasta periodístico, acostumbrado a tirarle al personaje que por sus méritos se encumbra.
Para su corta edad, otras ya habrían tirado el arpa o se hubieran cobijado en la sombrita de un palacio aún más grandote y poderoso.
Que se sepa, Mariana no se le despega a Samuel; hace suyas las buenas y las malas de su marido y eso -por sí solo- habla muy bien de ella.
Además, la esposa del gobernador es egresada de la licenciatura en Psicología Organizacional, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Esto, por aquello de que es causa activa del apoyo a la niñez y a mujeres desvalidas, que vendrá a ser un estandarte de su rol como parte del gobierno de Samuel.
La juventud de nuestro gobernante de ninguna manera puede ser augurio de una administración inexperta, porque ha logrado rodearse -hasta ahora- de gente que le dobla la edad y que por ese solo hecho acumula experiencia en áreas altamente sensibles de la vida en el Estado.
Hay prietitos, pero se pueden sacar bien fácil del arroz
Los prietitos que ennegrecen el arroz de su administración, se irán quitando solos o con la mano de otros que ya se dieron cuenta de eso.
Hay males necesarios pero los peores, son los que además resultan innecesarios.
Entonces, con este artículo le doy mi irreverente contra a quienes ejercen su libertad criticando el incidente que hoy les narro.
Yo lo aplaudo.
Me encanta la frescura con que tal momento se dio y me hubiera gustado estar ahí para atestiguarlo.
Respeto la alta envidia sobre el logro ajeno de quienes tan míseramente se han expresado.
Pero respetuosamente les conmino:
Esténse allá en su decadente huerto con olor a león, y que disten paulatinamente sus males, de los bienes que para el Estado y el País, con estos jóvenes auguramos y esperamos.
Por cierto:
A ver quién es la “guapa” o el “guapo” que la critican acremente desde sus pedestales pedestres mal llamadas columnas, portales, tweets, chats o “vecindarios virtuales”, donde esparcen voluptuosa y diarréicamente su resabio por no ser leídos ni tomados en cuenta ni en serio, que es capaz de emular semejante acto por sus semejantes.
Aquí espero, sentadito, a los que les faltan... pelo y Vitamina H...
CAJÓN DE SASTRE
“Además de cierto lo que escribes, hasta poético resulta”, dice la irreverente de mi Gaby, alistándose para los próximos días de Halloween, que casi se celebran más que el de los Santos Difuntos, en estas bárbaras tierras del norte.
Plácido Garza en Twitter: @PlacidoGarza