“El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.”

ARISTÓTELES

“Los pastores serán brutales mientras las ovejas sean estúpidas.”

FRAY LUIS DE LEÓN

Ayer por la noche hice un recorrido por la ciudad en la que habito. Visitamos zonas que, por muchos siglos, marcaron el crimen y el castigo ‘de y hacia’ su población. Y pensé en lo curioso y a la vez terrible que es el que muchas veces sea la propia sociedad la que se auto inflija pena y dolor.

“Ahorita vengo”, sinónimo de nunca. “Luego le digo”, algo similar. “Te prometo que solo la puntita”, “te juro que es mi primera vez”, “le aseguro, mañana terminamos la chamba”. “Inventa que estás enfermo”, “busca trabajo, rogando no encontrarlo” y un largo etcétera de justificantes, mentiras y falsedades.

Y no, no son ‘made in Denmark’, tienen denominación de origen: México. Pero más allá del anecdotario o la risa, retratan la indolencia y la ignorancia del mexicano.

Reza el refrán: “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. No lo sé. Quizá sea al revés… Tal vez son los gobiernos los que tienen al pueblo que se merecen; embusteros, mediocres, falsos…

Habrá quien proteste ante tal afirmación, pero lo cierto es que los gobernantes no vienen de otro planeta. Son reflejo del país que gobiernan —o desgobiernan—, si bien no siempre representan las bondades y cualidades ciudadanas que, evidentemente, también las hay. Sí, tenía razón el gran Chava Flores. Cuentos, fanfarronadas, falsedades.

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Los gobernantes tienden a conocer a su gente (aunque sea por vía de grupos de opinión) y les dicen lo que quieren escuchar (que luego lo lleven a cabo es otra cosa). Trump, por ejemplo, le dice a sus seguidores más fervientes lo que quieren escuchar a pesar de que sus anaranjadas peroratas en nada ayudan a la nación estadounidense como un todo.

López Obrador conoce bien a ‘su pueblo’. Dicharachero (ya le falla), mentiroso (más de 120,000 mentiras tan solo en sus mañaneras), con un pretexto siempre a flor de… labios. Falseando información (yo tengo otros datos), escondiendo lo que no les gusta (desapareciendo a los desaparecidos) y haciendo para deshacer. En suma: malintencionado e ignorante.

Es más, él mismo lo ha dicho, le creen más aquellas personas que solo cuentan con educación básica y el grupo de mayor edad (los pensionados). Conoce al dedillo al país de mentirosos, mediocres, resentidos y dispuestos a todo.

Lo que deberían ser vergüenzas nacionales, las celebra; incluso las invita a formar parte de su transformación.

Así, el procurador de justicia de la Ciudad de México cometiendo… fraude. Titulación express vía la universidad “milagros” y una SEP dispuesta y a modo. “-¿Todo en regla, licenciado? -Sí, su señoría.”

El uso y el abuso del plagio para ostentar un título. ¿Dónde quedó el esfuerzo?, ¿el mérito?, ¿la honestidad? Circunscrito a haber copiado más eficientemente…

Ya sé, el mundo va para allá con la IA y el Chat GPT. Pero la razón de solaz para los usuarios no deja de ser tema de preocupación para gobiernos y comunidad internacional. ¡Y con toda razón!

Mientras, en México, se da la captura formal y real de los órganos electorales (el INE y el TEPJF). ¿Dónde quedó la autonomía, el árbitro imparcial? Reducido a una extensión del “tengo un amigo en buena posición”, de “las palancas”, de la concentración y del abuso del poder.

La entrega de servicios que no sirven (o están a medias de servir). El acueducto de Nuevo León que, luego de dos inauguraciones, no funciona. El Tren Maya: retrasos y sacarlo de circulación al tercer día. Mexicana de Aviación y el AIFA…

La reiterada mentira de que no nos hemos endeudado, cuando que este, el actual, es el gobierno que más deuda ha contraído en tres décadas.

En esa constante perversidad mezclada de ignorancia, el Proyecto de Nación de Morena para el 2024-2030 dictado por López Obrador. ¡Los escollos que este presenta!

Y todo ello y más ha sido posible “gracias” a que el pueblo de México es en esencia ignorante y a la vez autoritario. El típico rehén de sí mismo.