Segundos después de que terminé de leer la columna dominical de Sabina Berman en El Universal ”La tentación golpista de los medios”— llegó a mi WhatsApp un preocupante tuit o mensaje de X de Laura Cardoso Tierra, @LauraCardosoT: “Manifestantes de Tlapa, Guerrero tumban el portón del CRIT Teletón a unos minutos de su inauguración y ante la llegada de @lopezobrador_”.

La gente en Guerrero está triste por las consecuencias terribles del huracán Otis. Y, gracias a una campaña mediática bien orquestada y ejecutada, la tristeza de algunas personas se ha transformado en enojo con el gobierno federal. Cito a Sabina:

“Durante la embestida del huracán Otis a la costa de Guerrero, la pposición mediática difundió durante una semana la mentira de que el presidente ‘supo 25 horas antes que se acercaba un huracán categoría 5 y no alertó a la población’, y que las fuerzas del gobierno estaban siendo incapaces de auxiliar a la gente”.

“El resultado fue que se desbocó en la población de la costa una rabia antigobierno, a la que la prensa le abrió las cámaras y los micrófonos, para propagarla más”.

Supuestamente la violenta protesta en el Teletón de Tlapa solo tiene que ver con exigencias de maestros y maestras de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Pero como coincide con la inconformidad de personas damnificadas a las que manipulan los medios, hay razones para pensar que ambos movimientos están relacionados.

Sabina Berman ha empezado su colaboración sobre la tentación golpista de la prensa mexicana citando a Petro y a Luna:

  • “Hoy los medios se dedican a una sola cosa. A cortar la comunicación entre el presidente y el pueblo. Palabras recientes del presidente de Colombia, Gustavo Petro, al que el Poder Mediático Comercial le inventa a diario bulos que dominan la conversación pública, y exige a diario que renuncie”.
  • “—Si algo tuviera yo que corregir de mi vida política —dijo Lula da Silva— es que permití que los medios se volvieran la oposición”.

En México, la verdadera oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha estado tanto en los partidos políticos como en los medios de comunicación.

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Los partidos y la prensa se coordinan para golpear a la 4T. Lo están haciendo en Acapulco con el pretexto del huracán Otis. Lo hicieron durante el proceso de entrega de los nuevos libros de texto gratuito a los niños de cada primaria del país.

Cito de nuevo a Sabina:

“La oposición mediática difundió, de forma unánime y profusa, la mentira de que los libros son ‘comunistas’, ‘anarquistas’ y ‘antifamilia’, e incitó a los padres de familia a ‘no usarlos’…”.

“En varios estados, los gobernadores de la oposición no dejaron que los libros se distribuyeran. En otros, sociedades de padres de familia los secuestraron. Y en algunas escuelas se suplieron por publicaciones no oficiales”.

“Así se creó una crisis de la que todavía no se recupera la educación pública”.

En tal episodio, desgraciadamente, un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, se prestó a amplificar las acciones de la derecha que en Chihuahua y Coahuila dejaron sin libros —sin ninguna clase de libros, porque los de texto gratuitos son los únicos que llegan— a los hogares más pobres.

Juristas de la primera sala de la corte suprema, con sensibilidad y responsabilidad social, corrigieron de alguna manera al ministro que odia a los libros, pero ya había habido daño a niños y niñas.

En una próxima colaboración en El Universal —uno de los periódicos con mayor vocación golpista—, Sabina Berman propondrá salidas al segundo gobierno de la 4T para enfrentar exitosamente el sitio mediático —que se manifiesta a diario, a todas horas—.

Ya leeremos las propuestas de Sabina. Si se me pidiera hacer una sugerencia, sería que la presidenta Claudia Sheinbaum continuara haciendo lo que hizo durante todo su gobierno, con excelentes resultados, el presidente López Obrador: sin reprimir periodistas, darle prioridad a la tarea de informar, de refutar a la comentocracia, al trabajo de no dejar ni un solo día de difundir sus verdades—en las mañaneras— para evitar que se corte la comunicación entre quien gobierna y el pueblo que le eligió.

Aclaración: No estoy sugiriendo que Claudia tenga necesariamente mañaneras... o no tan temprano. Pueden ser conferencias de prensa vespertinas o hasta nocturnas: el caso es informar. No sé si Petro y Lula informan a diario a sus votantes. Si sí lo hacen, les falta eficacia. Si no, deberían empezar.