El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se empeña en parecerse cada vez más a una dictadura; siendo un gobierno en el que convergen disposiciones vistas habitualmente en las tiranías de Fidel Castro y Miguel Díaz-Canel en Cuba; Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela; y Daniel Ortega en Nicaragua. Lo que tantas veces los defensores obradoristas aseguraron no sucedería, ha ya comenzado desde muchos meses atrás a transformarse para catapultarse como aquellos gobiernos en los que se persigue y se cuarta la libertad de expresión; se encarcela a opositores; se violentan leyes; se gobierna con base a decretos; se manipula al Legislativo; se ataca a otros poderes; existe corrupción y opacidad; los juniors de la familia presidencial se convierten en millonarios; a la fuerzas armadas se les confiere mayor poder; se destruyen instituciones; se adoctrina niños; se otorgan becas para incrementar el clientelismo; se protege a malos funcionarios; se premia la corrupción y se expropian empresas.
Esto último es lo que ha ocurrido con la empresa ferroviaria Ferrosur S.A. de C.V. que con el pretexto de ser de “utilidad pública”, desde las 6:00 horas del pasado viernes, fue expropiada por elementos de la Secretaría de Marina quienes ocuparon las instalaciones de la empresa en el tramo de Coatzacoalcos- Medias Aguas, sin que se le notificara a la empresa Grupo México, que subordina la compañía ferroviaria.
Ese mismo día, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto que declara como utilidad pública tres tramos ferroviarios operados por Ferrosur.
“Decreto por el que se declara de utilidad pública la conservación y prestación del servicio público de transporte ferroviario, su uso, aprovechamiento, operación, explotación y demás mejoras en los tramos de las líneas Z, ZA y FA, que corren de Medias Aguas a Coatzacoalcos; de Hibueras a Minatitlán, y de El Chapo a Coatzacoalcos, respectivamente”.
Diario Oficial de la Federación
En tanto, a través de un comunicado Grupo México señaló que “la sorpresiva e inusitada toma de las instalaciones por parte de las Fuerzas Armadas estaba siendo analizada por parte de Grupo México Transportes, sus inversionistas y asesores.
La expropiación, aunque el secretario de Gobernación la niegue y diga ‘que es “solamente” una inmediata ocupación temporal de vías, recursos materiales, elementos tecnológicos y logísticos así como instalaciones por algunos años’, se trata de un acto escandaloso y abusivo del gobierno de López Obrador, que sienta un gravísimo precedente y aleja inversión privada.
Lo más pasmante es el cinismo con que Adán Augusto López afirma no se trató de una expropiación sino sólo de una ocupación temporal inmediata (que puede durar 5 años). Es repulsivo que piense que los mexicanos somos imbéciles y con un juego de palabras o no llamando a las cosas, o en este caso a las acciones, por lo que son, los hechos cambian.
El daño que se provoca a la empresa es enorme ya que por tratarse de una empresa que cotiza en la bolsa de valores ha perdido muchos miles de millones, más es aún peor el perjuicio a la economía al prohijar desconfianza en los poténciales inversionistas privados del exterior y además fomenta incertidumbre en quienes ya tienen capital invertido, pues podrían estarlo sacando del país, depauperándonos.
La otra situación digna de un gobernante todopoderoso, que no tiene empacho en defender actos de corrupción de sus funcionarios de gobierno porque simplemente es él quien da las órdenes y toma las decisiones, es lo ocurrido en la CONADE (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte), donde es justo una ex atleta, -orgullo nacional por sus destacadas participaciones en justas internacionales- quien se ha revelado como la peor enemiga del deporte en México, y me refiero a la polémica y quizá uno de los personajes más odiados actualmente en el país, Ana Gabriela Guevara.
La corredora de pista debe ser quizá la más inoperante, ineficaz y la más señalada por los mexicanos como indigna dirigente del fomento deportivo en el sector gubernamental de la historia mexicana, principalmente porque habiendo sido ella atleta y habiendo recibido los mayores apoyos, ella se los ha venido negando a las nadadoras y los nadadores que participan con la representación del seleccionado mexicano.
Y no contenta por cargar el fardo del señalamiento de malos manejos o al menos quizá por decirlo de una manera menos severa ‘el señalamiento del desorden administrativo’ por cómo lleva las finanzas del Consejo, ahora Ana Gabriela Guevara nos ha mostrado su peor cara -y vaya que son muchas- al no solamente haber fallado incumpliendo su responsabilidad como funcionaria, si no como deportista, al menoscabarle o hacer nulo el respaldo a las integrantes del seleccionado mexicano de natación.
Todo este asunto lleva ya mucho tiempo y se sabe que es un tema político-deportivo el que tiene, por decirlo coloquialmente, “montada en su macho” a la ex deportista sonorense, quien negó toda clase de apoyos a las representaciones mexicanas que recientemente acudieron al mundial de la especialidad en Egipto, habiendo resultado con cuatro medallas, una de ellas la de oro que obtuvo el equipo femenil de nado sincronizado, un conjunto que previo a su participación ya se había ganado el respeto y cariño de los mexicanos tras darse a conocer que vendían trajes de baño para costearse sus gastos en el mundial (los que les negó el gobierno de López Obrador).
Ese rechazo y desprecio por parte de autoridades federales mexicanas prevalece, pues no obstante haber triunfado, colgarse el oro, y obtener su pase para acudir a la siguiente justa mundialista de natación, las chicas siguen sufriendo de ese nulo respaldo debiendo ser empresas privadas las que están ofreciendo los apoyos así como la propia sociedad civil organizada.
En tanto, Ana Guevara se burla, se mofa de estas jóvenes atletas mexicanas, y ahora en el medio del reclamo globalizado su respuesta en lugar de ofrecer una disculpa y comprometerse a resarcir los daños o a remunerarles de alguna manera por la falla gubernamental, se muestra altanera, egoísta, inhumana, insensible y prepotente y les aconseja ahora vendan Tupperware o Avon.
“Quieren seguir vendiendo trajes de baño, adelante, que se pongan a vender Avon o Tupperware o lo que quieran”.
Ana Gabriela Guevara
“Son unas mentirosas. Es alevoso decir que el Estado ni la Conade no las apoya”, lanzó Guevara sobre las declaraciones de las nadadoras, quienes sí agradecieron el apoyo a Elias Ayub y la empresa a su cargo.
Ana Gabriela Guevara fue una ganadora y en su momento hizo muy felices a los mexicanos, pero parece que le perdió el amor al deporte y se dejó conquistar por el dinero.
Fue una buena atleta pero es una pésima funcionaria pública y más aberrante dirigente y líder del fomento deportivo del sector público, fallando a sus principios y valores morales y éticos porque Ana Guevara se ríe y dice que le vale un sorbete que vendan equis porque no van a ser apoyadas, no les han entregado dinero y no lo hará porque según ella, incurriría en una ilegalidad.
El presidente de la República, quien primero cacareó el triunfo del equipo mexicano y afirmó las sirenas recibían apoyos de la SEDENA, se vio obligado a recular por la presión de la gente que no le aceptó la historia de los apoyos del ejército.
En los últimos días, hay que decirlo, al menos aceptó hay una falta de respaldo y de capacidad de la CONADE, aunque López Obrador defendió a la directora, Ana Gabriela Guevara, ante los señalamientos por la falta de apoyo hacia deportistas mexicanos, y aseguró que hay una campaña en su contra; “los medios magnifican la situación, y hacen nado sincronizado”, apuntó.
Ana Guevara se envalentona, se sabe protegida por el presidente y dice y que le vale sorbete si las nadadoras venden calzones Avón o Tupperware. ¿La buena noticia? Hay empresas que han salido al quite como las señaladas Tupperware, Avon, y Aeroméxico. ¿La mala? Seguirá en su puesto al frente de CONADE, pues no importa que sea corrupta, mala administradora, voluble, prepotente, ineficiente, cínica y/o desvergonzada. Al parecer, cubre los requisitos para estar bien con el presidente López Obrador.
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