¿Qué hará la oposición sin Andrés Manuel López Obrador?

No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, dicta la sabiduría popular. En menos de dos semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregará la banda presidencial y se retirará a la quinta heredada de sus padres a descansar y escribir un libro que, de acuerdo a su estimación, le tomará cuatro o cinco años concluir.

Cuando un personaje tan impactante en el imaginario colectivo de nuestro país durante el último cuarto de siglo se retira, quienes lo respaldaron de alguna u otra manera sentirán el impacto de su retiro parcial o definitivo de la vida pública. Pero, sin duda, quienes quedarán huérfanos de propósito y discurso serán los múltiples odiadores y detractores que hicieron una personalidad, o incluso un modo de vida, el discurso antiobradorista.

¿En donde veremos en unas semanas a los loretitos, brozos, marines y lopezdórigas? Es probable que después de festejar su inexistente “triunfo” ante el fin del mandato constitucional del presidente, se enfrenten a su cada vez más acelerada irrelevancia ante el avance del segundo y probablemente, tercer y cuarto piso de la transformación inaugurada por AMLO.

¿Qué hará la oposición sin Andrés Manuel López Obrador? Más allá de intentos fallidos a priori de “manchar su legado”, nada. Su fracaso post-electoral en todos los aspectos nos augura prácticamente (al menos) 12 años más de obradorismo en el futuro inmediato de México.