Ya les queda poco para destilar su kármico repudio contra AMLO mostrado durante tantos años. ¿Qué harán sin ese sentimiento diario? ¿Hacia dónde irá ese boomerang ahora? Ojalá hubiese sido una crítica constructiva pero no lo fue. Calumnias comprobadas que debían ser legalmente resarcidas, cifras alteradas para intentar desestabilizar.
No les va a ser fácil a los reaccionarios linchar a Claudia nuestra próxima presidenta. Por un lado, ya se evidenciaron los calumniadores frente al pueblo. Por el otro la recia, pero a la vez suave personalidad de Claudia agrada a cualquiera. Su ser dama decente, inteligente, madre trabajadora, académica excelsa, impecable en el sentido de la honestidad por ende de la transparencia al igual que su predecesor, no tendrá cola que le pisen. Seguramente cuando surjan contra tiempos sabrá enfrentarlos, trabajará enfocada para solucionarlos, pues ella al igual que lo ha hecho el presidente actual, han llegado arriba para servir al pueblo. Claudia innovará con su creatividad profesional para continuar, para mejorar lo ya iniciado.
¿Y por qué tanto repudio (infundado) contra un individuo como AMLO?
Porque existen ciudadanos educados cuya confusión los enfermó de odio. Otros que son aspirantes a tener más y a quiénes no quitó privilegios porque no los tenían sino les dio, los apoyó, gente buena que fue mal informada fueron víctimas de la tranza de la mayoría de los medios, se dejaron seducir por la mentira presentada como verdad. Esta es la minoritaria clase media como vemos educada o no da igual, que no pueden ver a AMLO ni en foto, porque se les retuerce el estómago. Así el clasismo que se les ha infundido a los incautos por las pantallas. Les cae mal el presidente. No soportan su físico, ni su modismo corporal, ni su tono de voz, ni su cadencia tabasqueña al hablar, ni su sentido del humor, ni su espontánea carcajada, ni su crianza en aquellas húmedas tierras donde nació. Tampoco toleran su franqueza al expresar lo que (no) debe callar ni su capacidad de entrega al trabajo sin distracciones ni la mira puesta con valentía en la correcta administración concedida por los ciudadanos.
AMLO realmente pudo dar vuelta al timón porque verdaderamente ni el poder ni el dinero le interesan, sino el haber cumplido con el servicio a sus amados semejantes ¡hasta que llegó un líder así! qué suerte tuvimos que el líder no cejó, que resistió para poder lograr aplicar con éxito su política “por el bien de todos, primero los pobres”, estocada mortal para la vieja burocracia en contubernio con la IP y su cola de intelectuales embelesados precisamente por ese poder del dinero, furibundos porque México ya nunca sería el botín del cuál servirse.
El psicoanálisis dictamina pues, en este caso, que ese sentimiento de rechazo al presidente AMLO proviene de A) Haber sido víctima del adoctrinamiento masivo que llevaron a cabo los medios, a quienes sí quitaron privilegios B) Un arraigado clasismo o racismo insertado en el consciente o sub consciente de los odiadores del tabasqueño, cuya persona y personalidad les choca: hay quienes practican el cinismo sin importar caer en el ridículo y se jactan o gozan de su odio calumniador públicamente; hay quienes no desean aceptar las verdades escritas en el párrafo anterior y más bien se dedican a ocultarlas, es decir practican la hipocresía C) El cambio mayor de haber dado al pueblo el poder, lo que nos igualó como personas, anulando la creencia de que las minorías conservadoras eran los ciudadanos de primera clase que mandaban y los demás no existíamos.
Para el México que recibió AMLO, desmanteladas casi todas las empresas del Estado y en crisis tanto económica como de seguridad, la 4T se mantuvo arriba de las expectativas contando además con la sorpresiva circunstancia de la pandemia que paralizó el planeta durante dos años. Se logró instituir un Estado no represor ni ocultador de la verdad. Un gobierno que ya no viola los derechos humanos como era antes. Gran confianza de los mercados internacionales en el nuevo liderazgo mexicano porque los números conseguidos en todos los rubros económicos y sociales, en empleo, en desarrollo, impactan, lo que no significa que existan grandes retos por resolver y hacia allí iremos. Los ojos de la nación y los de fuera están puestos con admiración en nuestro México porque su gobierno ha recuperado la dignidad, porque su gobierno promueve la paz, el amor al prójimo, le ha dado a la nación su fuerza como país grande democrático e independiente.