LA POLÍTICA ME DA MAS RISA
DE LO SUBLIME A LO RIDÍCULO
La carrera deportiva de Ana Gabriela Guevara, actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) contrasta por completo con su trayectoria dentro de la administración pública. Como atleta, la sonorense, se ganó la admiración y el respeto de millones de personas tanto en México como en el mundo.
Devorar los 400 metros plano era un espectáculo inolvidable. Sin embargo, su imagen y su vida dieron un giro de 180º apenas decidió incursionar en la política. Si la memoria no me traiciona, la invitación llegó en 2008, cuando Marcelo Ebrard era Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) y que hoy es el secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de López Obrador (SRE), la invitó a encabezar la Coordinación de Cultura Física y de Salud del GDF. Poco después, brincó al Instituto del Deporte del Distrito Federal (IDDF). Desde esos días, a Guevara la acompañaron las cualidades que distinguen a los políticos de los simples mortales:
√ Arrogancia, deshonestidad, opacidad y corrupción.
Decir que Ana Gabriela Guevara, se encuentra en estos momentos en el ojo del huracán sería faltar a la verdad. Ella siempre ha estado ahí porque desde sus primeros pasos en la política ella prefirió hacer las cosas de la peor manera posible, pero sobre todo atendiendo sólo a una agenda de proyectos personales. Recordemos sus palabras:
“Yo sufrí en carne propia los padecimientos de todos los atletas mexicanos, cuando yo dirija nuestro deporte amateur todo va a cambiar y nos convertiremos en una potencia mundial porque yo poseo el conocimiento” acabó siendo una patética diarrea verbal.
Ana Gabriela Guevara, titular de la CONADE.
Estamos a unas horas de que concluyan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los cuales tuvieron que posponerse un año debido a la pandemia del coronavirus. Lamentablemente México va a firmar una de sus peores actuaciones dentro de la historia del olimpismo. Hace unas horas, durante la madrugada, la selección de fútbol mexicana gana el bronce, tras derrotar a Japón.
Unos Juegos Olímpicos en donde nuestros atletas a duras penas acumulaban un total de tres preseas de bronce que los colocaban en la posición numero 78 del medallero. Sin caer en exageraciones, se trata de una actuación muy similar a la de Berlín 1936, Helsinki 1952, Melbourne 1956, Roma 1960, Tokio 1964, Munich 1972, Moscú 1980, Seúl 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996, justas en las que no sólo hicimos el ridículo, sino que también demostramos que como país el deporte y la juventud nos importan una pura y dos con sal, sobre todo a la clase política.
LO MISMO, PERO MÁS BARATO
Y que quede bien clara una cosa, el papelón mexicano en tierras niponas no se le debe adjudicar a nuestros pundonorosos muchachos. Desde el día que comenzaron las competencias yo me he desvelado para atestiguar el desempeño de los atletas mexicanos. A ellos no se les puede achacar ningún mal resultado, porque ellos lo entregaron todo en cada una de sus competencias.
Ellos son el fiel reflejo del apoyo que recibieron de nuestras autoridades deportivas, las cuales en nombre de la austeridad decidieron recortarles prácticamente todos los beneficios que requiere un atleta de alto rendimiento para entregar buenos resultados. Les quitaron becas, les recortaron el presupuesto para sus entrenadores, dejó de fluir el dinero para que realizaran giras de preparación… hasta los uniformes con los que se presentaron en Japón pertenecen a una marca china (Li Ning) que se jacta de ofrecer “lo más barato del mercado”. ¡Qué oso! ¿No? Y la responsable de esto es, ¡efectivamente! doña Ana Gabriela Guevara, quien antes de viajar al Lejano Oriente a dizque apoyar a nuestros deportistas, aseguró que no se escatimó en nada para poder alcanzar una hazaña histórica de 10 medallas y así superar el techo de cristal de México 1968 (9) y Londres 2012 (8). Sí, ¡cómo no! Obviamente, ya estando en tierras niponas y al ver que se empezaron a acumular los malos resultados, la sonorense ajustó su proyección y dejó de lado su actitud de pitonisa, aunque no dejó de regañar a aquellos que le cuestionaron sus yerros al frente de la CONADE.
MÉXICO NO PERDIÓ, ANA GABRIELA SÍ
No nos engañemos, no existen condiciones para cambiar la historia que cada cuatro años se repite una y otra y otra vez. A la clase política (sin importar que sean priistas, morenistas, panistas, neoliberales, conservadores, cuatroteístas, etcétera) no le importa en absoluto el deporte y eso se traduce en que no les importa la salud de niños, niñas y adolescentes. Tampoco les importa que en el concierto de las naciones el deporte y los triunfos deportivos le permiten a un país adquirir identidad e incorporarse a sinergias exitosas. Un país que gana medallas olímpicas o los primeros lugares en un campeonato presume ciudadanos de una autoestima inmejorable y eso se refleja en todo.
Sinceramente, no creo que vaya a servir de mucho llamar a Ana Gabriela Guevara para que rinda cuentas. Desde que colgó los tenis, ya sabemos cuál es su “deporte” favorito: Lavarse las manos y jactarse de que los críticos y sus críticas le hacen los mandados. Sin embargo, ya es hora de que se vaya de la CONADE para permitir la llegada de alguien que venga con una visión distinta y que no mida el éxito o el fracaso en medallas ganadas y perdidas, sino que pueda entender que para tener medallistas olímpicos, panamericanos, centroamericanos o de justas nacionales, estatales y regionales, primero se requiere construir una verdadera cultura de la salud física desde la infancia hasta la edad adulta. Lo más triste de este asunto es que cuando Ana Gabriela Guevara se retiró del deporte denunció que la CONADE operaba bajo un gigantesco régimen de corrupción y ahora que ella encabeza el organigrama de ese ente deportivo la cosa sigue igual… o peor. Y no, Ana, te equivocas: No somos tus haters, pero no has hecho nada digno de ser aplaudido, ¿o sí?
BARRIL DE PÓLVORA
La crisis el interior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se veía venir. La lucha intestina por el poder está al rojo vivo, por lo que el presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Senado, Ricardo Monreal, adelantó que en breve la Cámara Alta intervendrá para frenar esa crisis institucional. En vía de mientras, los problemas no cesan para el magistrado José Luis Vargas Valdez, pues la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Santiago Nieto lo investiga a él, a su esposa y a su cuñado.