En la actualidad, el presidente López Obrador y la vencedora de las elecciones presidenciales del pasado 2 de junio, Claudia Sheinbaum, continúan recorriendo parte del país en una gira que combina la gratitud y la adaptación a lo que será el próximo desafío de la futura líder del Estado. Además de establecer la coordinación con gobernadores y gobernadoras en diversas entidades federativas, esto ha ayudado a unir el movimiento para avanzar hacia el segundo nivel de la Cuarta Transformación y fortalecer su unidad. De hecho, esas visitas se han expandido con mucha frecuencia antes de que finalice el sexenio, eso sí, con testimonios ampliamente conocidos del trabajo exitoso que ha llevado a cabo la figura protagónica de la lucha de la democracia en México.

Los viajes que ha realizado el líder federal y la presidenta electa están generando una gran efervescencia en la nación. Con la ayuda de aquellos que observan de cerca el trabajo, hemos podido comprender esto. Ayer ocurrió en Zacatecas, algo que, como resultado de la visita, nos hizo recordar uno de los eventos más importantes en la lucha por la democracia en el país. Ante cientos de personas presentes, López Obrador recordó los inicios del movimiento que, gracias a la participación social, permitió un cambio en el modelo político-electoral. Es relevante mencionar a un actor esencial que posibilitó el primer triunfo de la izquierda en México. Hablamos de Ricardo Monreal, hoy coordinador de los senadores de Morena, y pieza crucial para la amplia movilización que se gestó en la victoria histórica de 1998.

En Zacatecas, el presidente Obrador, quien en ese momento de 1998 era el líder nacional del Sol Azteca, recordó la resistencia que encabezaron debido a las fuertes presiones ejercidas desde el poder en el gobierno de Ernesto Zedillo. La evidencia que citó el mismo mandatario federal, sumado a la ola de desprestigio que llevaron a cabo desde los Pinos, fueron algunos de los componentes que se pusieron en marcha para intentar frenar una manifestación inminente que, al final de todo, triunfó en las urnas con el apoyo de las mayorías. Y alguien que puso el acento para encarar unos comicios de esa naturaleza, merece el reconocimiento de viva voz del presidente de la república. Hablamos, desde luego, de Ricardo Monreal, precursor de esta lucha democrática del país.

De esta manera, Zacatecas se convirtió en el momento crucial de la lucha por la democracia, tal como afirmó el presidente López Obrador. La trayectoria de la resistencia pacífica que ha establecido su base en la actualidad se encuentra en una etapa excepcional. Desde luego, Zacatecas ha sido una de las entidades que ha experimentado un mayor avance durante el mandato de David Monreal. De hecho, la administración ha sido capaz de aprovechar todo el apoyo y coordinación proporcionados por el gobierno de la república. Ante esas condiciones, queda claro, el territorio enclavado en el norte del país es punta de lanza en desarrollo e inversión extranjera, desafío que ha enfrentado el mandatario estatal para garantizar, además de fuentes de empleo, un equilibrio en la gobernabilidad. Eso, desde luego, lo reconoció el mandatario federal en presencia de los asistentes.

Lo que también ha provocado un giro en el desarrollo de Zacatecas, en definitiva, es la estrategia de seguridad a través de la agenda de pacificación que encabeza David Monreal. Se ha documentado, en efecto, que la entidad está posicionada entre los diez territorios más seguros del país, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Con estas estadísticas, el estado, especialmente los representantes, tienen un respaldo social que, a lo largo de estos meses, se ha ido incrementando. De hecho, Zacatecas fue, hace unas semanas, uno de los epicentros de mayor participación y apoyo para Claudia Sheinbaum.

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Es obvio que el liderazgo sólido de Ricardo y David Monreal es el motor principal. De igual manera, la labor territorial de Néstor Núñez en la segunda circunscripción fue crucial. En última instancia, esto contribuyó al resultado claro y abrumador de las elecciones. Se sabe que esto se debió a la gran conexión de la población civil con el movimiento liderado por el actual presidente López Obrador, incluyendo a Zacatecas. Al final, se puede observar que el movimiento parece estar unido y cohesionado, pero sobre todo preparado para brindar su apoyo a Claudia Sheinbaum, quien será la próxima presidenta constitucional de México.

Ayer, de hecho, el presidente Obrador acentuó la importancia que jugó Zacatecas para la construcción del movimiento de izquierda. Se trata, por tanto, de uno de los instantes más emotivos del sexenio en momentos decisivos como el que vivimos. Es decir, estamos en el momento de mayor apogeo de la expresión institucional con la llamada Cuarta Transformación. Qué mejor que en Zacatecas, epicentro de la lucha democrática del país. Es, debo decirlo, uno de los instantes de mayor efervescencia que, desde luego, comprendemos su valor por todo lo que se ha hecho posible gracias a la articulación y organización de la población civil que, en las condiciones de mayor presión, jamás claudicó. Eso, al final de cuentas, quedó claramente evidenciado con la resistencia que llevó al triunfo de la izquierda en 1998.