En el estado de Querétaro se encuentra otra de las regiones vinícolas de la República Mexicana: la región de San Juan del Río, conformada también por Tequisquiapan y el municipio de Ezequiel Montes, cuyo microclima favorece el cultivo de las uvas gracias a su tipo de suelo, precipitaciones anuales y contrastes de temperatura que permiten a la uva expresar sus mejores cualidades, equilibrar el dulce y la acidez para poder elaborar vinos de excelente calidad.
Precisamente por sus características geográficas difíciles de encontrar en cualquier lugar, en Ezequiel Montes se ha desarrollado de manera óptima la vitivinicultura. Aquí encontrarás tres compañías productoras de vino: Viñedos La Redonda, Vinícola Los Eucaliptos y Cavas Freixenet de México, una empresa española de gran tradición en el mundo de los vinos espumosos y de mesa.
Por su cercanía con la Ciudad de México, la visita a Ezequiel Montes puede ser un buen comienzo si quieres iniciarte en el mundo del vino o buscas saber más de este apasionante tema, ya que Cavas Freixenet de México se ha esforzado en fomentar la cultura del vino en nuestro país, organizando eventos que son tradicionales en la región y realizando recorridos diarios por sus cavas.
Para llegar a Ezequiel Montes hay que salir de la Ciudad de México por la caseta de San Cristóbal Ecatepec, pasar la caseta de Tultepec y la caseta de Jorobas hasta llegar al entronque con Tepeji del Río, continuar hasta la caseta de Palmillas, de ahí seguir por la carretera a San Juan del Río-Tequisquiapan, y en el camino salirse en la desviación a Ezequiel Montes. El gasto promedio de casetas son unos $178 y tardarás unas dos horas aproximadamente en llegar a la Finca Doña Dolores de Cavas Freixenet, ubicada a las afueras del municipio.
El viaje es tan corto que realmente vale la pena hacer una visita a este lugar, donde se esmeran en atender a sus visitantes para que regresen más de una vez. La Finca tiene un diseño muy mexicano en cada uno de sus detalles, con una fuente en su patio central, corredores con arcos, mesas de herrería para sentarse a descansar después de la visita, salones para eventos y oficinas. En esta zona se recibe a todos los visitantes, ya sea para pedir información, comprar vinos en la boutique -con la enorme ventaja de que sus vinos nacionales se pueden comprar por copeo para probarlos, y si te decides después comprar por botella o caja-, pagar la entrada para los eventos ($50 por persona) o sumarte a los recorridos diarios por la cava, los cuales son gratuitos.
Después del área de recepción encontrarás la zona de producción y su famosa cava subterránea construida a 25 metros de profundidad -con una variación de temperatura mínima durante todo el año para optimizar la conservación y añejamiento de sus vinos-. Esta es una de las partes más interesantes de la Finca, aquí inicia el recorrido donde además de conocer la historia de Cavas Freixenet, te enseñarán el proceso completo de elaboración de un vino, podrás admirar los enormes tanques de acero inoxidable, las barricas de roble francés y americano, hasta las máquinas para embotellar y etiquetar. La experiencia es muy gratificante porque observar de cerca el largo y minucioso procedimiento que implica hacer un vino es uno de los primeros pasos para aprender a disfrutarlo, no como una simple bebida alcohólica, sino como un verdadero arte.
En Cavas Freixenet de México se especializan en la elaboración de vinos espumosos bajo el tradicional método Champenoise, este es el método descubierto por Dom Perignon para elaborar el champagne, pero como tiene denominación de origen, ningún otro vino producido fuera de esta región puede llamarse champagne, se les llama vinos espumosos o también cavas en España y prosecco en Italia.
El recorrido termina a las afueras de la Finca, donde verás casi de frente las hectáreas de viñedos, y aunque no se puede pasar a esta zona, si viajas antes de la cosecha la experiencia de contemplar los campos verdes salpicados de racimos será maravillosa.
Aparte del paseo por la cava, en la Finca de Freixenet se realizan eventos de convivencia para todo público. El más cercano es el Mercado Loco que organizan a mediados de marzo, donde podrás comprar -y vender si te animas- cualquier cosa. El precio de entrada incluye una copa y vino de degustación; este es uno de los eventos más divertidos. Otro que no debes perderte es el Festival de la Paella en mayo y, por supuesto, la Fiesta de la Vendimia a principios de agosto.
Para ir entrando en ambiente, puedes probar un espumoso Petillant Demi Sec, con un ligero toque dulce que resulta muy agradable (si lo acompañas con queso fresco de cabra la combinación será deliciosa). Y si vas a la Finca no olvides probar el tinto Viña Dolores Gran Reserva, uno de sus mejores productos.