El presidente Hugo Chávez, autoproclamado socialista, afirmó el domingo que su movimiento continuará y que sus aliados seguirán con su ''revolución bolivariana'' si muere o desiste de la política.
''Aquí no hay fin, esto va a continuar'', dijo Chávez, refiriéndose a su movimiento.
Chávez, ex comandante de paracaidistas que fue elegido presidente en 1998, dijo que sus aliados más estrechos seguramente asumirán el poder y continuarán sus esfuerzos por mantener el rumbo al socialismo si muere o se retira de la política.
''No me importa la muerte'', aseguró durante una entrevista, confiado en que una generación joven perseverará en el camino que ha impreso a Venezuela.
Los críticos, que van desde líderes de la oposición hasta representantes de la Iglesia católica, acusan al presidente de ser cada vez más autoritario y una amenaza a la democracia al pretender perpetuarse en el poder.
Chávez rechazó esas acusaciones el domingo y dijo que es injusto que lo equiparen, como hacen algunos, al ahora ex presidente egipcio Hosni Mubarak.
''Yo me río cuando algunos sesudos analistas de la oposición venezolana quieren comparar mi gobierno con el de Hosni Mubarak en Egipto. Están locos'', dijo. ''Eso era una dictadura''.
Chávez anticipó que ganará la elección presidencial en 2012.
''Si a mí no me matan o ocurre alguna catástrofe, yo estoy seguro _habrá que trabajar mucho_ que voy a ser reelecto para seis años más'', dijo.
El legislador opositor Alfredo Ramos dijo que una coalición de partidos opositores decidió elegir al candidato que rete a Chávez el año próximo a través de elecciones primarias, que se harán al final de este año o a inicios de 2012.
''No tengo la menor duda de que Hugo Chávez será derrotado en 2012 porque el pueblo, no los partidos políticos, va a escoger un candidato'', afirmó Ramos en entrevista telefónica.
''Chávez no tiene posibilidad de ganar porque su gobierno no ha resuelto ninguno de los problemas del país y el pueblo está cansado de su discurso'', agregó.
El mandatario venezolano sigue siendo el político más popular del país pese al fracaso de su gobierno ante la escasez de viviendas para los pobres, la delincuencia violenta, el estancamiento económico y la mayor tasa de inflación en Latinoamérica.