La Tierra es redonda porque la gravedad atrae con igual intensidad de todas las direcciones "hacia adentro", de modo que la superficie irregular del planeta se han ido compactando lentamente en forma de esfera.
Por ejemplo, imaginen a un grupo de personas reunidas en un terreno libre, todas de pie, atadas y vinculadas las unas a las otras; luego las personas empiezan a tirar de las cuerdas que los unen. La multitud es atraída hacia el centro, esto en tres dimensiones, es lo que pasa con la Tierra y se llama "equilibrio hidrostático".
Este fenómeno ocurre con todo ser u objeto, sólo que la fuerza de gravedad de las personas o los objetos son infinitamente más débiles que la de la Tierra. Hasta los teléfonos celulares tienen fuerza de gravedad que los hace estar compactos, pero es tan débil que no logra que el plástico y metal cedan a su forma rectangular.
Cualquier asteroide de más de mil kilómetros de diámetro, que no colapse, en teoría se podría convertir en un planeta gracias a su fuerza de gravedad, según indica la Unión Astronómica Internacional.
Pero en realidad la Tierra no es completamente redonda. Por el movimiento de rotación de nuestro planeta (si nos están leyendo en Marte, una disculpa de antemano), que gira sobre su propio eje, mismo que va de Polo a Polo, el Ecuador resulta extenderse un 33 por ciento más que el resto de la superficie terrestre.
Esto hace que el monte Everest en el Himalaya, en realidad no sea el punto más alejado del centro de la Tierra, sino el Chimborazo, en Ecuador.
Entonces nuestro planeta es en realidad una esfera oval.
Ahora bien, si te preguntas por que la fuerza centrífuga de la rotación y la gravedad de la Tierra no ha eliminado todas las "protuberancias" de su superficie, debes tomar en cuenta que tomando en cuenta el enorme tamaño del planeta, las cordilleras y demás características orográficas son comparables a pequeñas arrugas en el rostro de una persona.
Con información de Leadership