Si ya de entrada asusta encontrarse con una serpiente, más difícil aún ver en el jardín de tu casa a una con dos cabezas. Y sí pasa.
Le ocurrió, por ejemplo, a una mujer de Virginia, Estados Unidos, que se tropezó con una víbora de cobre ('aggkistrodon contortrix'), venenosa y cuyo cigoto se dividió en dos como si se tratara de gemelos idénticos, informó ScienceAlert.
Según el investigador John D. Kleopfer, ambas cabezas son capaces de controlar el cuerpo, por lo que parece que sus movimientos son desordenados pero las convierte en una presa fácil.
Este ejemplar bicefálico es joven, de tan sólo dos semanas de edad y unos 15 centímetros de largo. Hasta el momento los expertos han determinado que la cabeza izquierda tiene el esófago dominante y derecha la garganta más desarrollada para comer.