Rodrigo Alves, el brasileño cuyo deseo más grande es convertirse en un Ken, ha gastado más de 2 millones de dólares (37 millones 623 mil 760 pesos) en su transformación, pero ni un sólo peso en cambiar la fotografía de su pasaporte. 

Y lo que jamás imaginó fue que lo detuvieran por este pequeño detalle... pero pasó. Luego de su cirugía número 50, la policía lo arrestó mientras filmaba un programa de televisión por no parecerse al hombre de su documento. 

Afortunadamente las autoridades comprendieron el caso, aunque le exigieron que a la brevedad renovara el documento. Las múltiples operaciones de Alves lo llevaron a estar hospitalizado en 2016, cuando una necrosis en la nariz le impedía moverse. 

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