Los cinturonazos existen desde tiempo inmemoriales, pero recientemente las mamás parecen estar empeñadas en convertirlos en la versión evolucionada de "la chacla".
Sea como sea, la realidad es que no hay quien no le tenga miedo a "cualquier cosa" que una mamá furiosa tenga en la mano, llámese cuchara, sartén, cinturón, escoba o chancla.
Ahora le tocó a un joven colombiano protagonizar una de estas historias, la diferencia es que este no andaba haciendo nada malo, sólo participaba en una marcha pacífica organizada por la Universidad Industrial Santander Bucaramanga en la que se demandaba mayor presupuesto para las instituciones educativas de nivel superior.
Desconocemos si la desesperada mujer logró dar con Juan Diego, pero le damos un poco de razón pues seguro estaba preocupada porque como sabemos, participar en marchas y manifestaciones también tienen su riesgo.
Con información de Bio Bio Chile.