Wolfi, un perro criollo de tamaño mediano fue rescatado hace ya más de un año y medio por una casa de acogida animal española donde una veterinaria identificada como Marga cuida de él con especial atención pues el animalito tiene un pasado lleno de abusos y violencia.
Marga rescató al perro luego de que su dueño falleciera por una extraña infección bacteriana en el pene. Inicialmente, la mujer que lleva más de 20 años cuidando y rehabilitando canes para que puedan ser adoptados, decidió cuidar de Wolfi porque creyó que se encontraba afectado por la muerte, pero al ver su extraño comportamiento siempre a la defensiva, se dio cuenta que había sido abusado sexualmente por el hombre.
A pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que Wolfi dejó de sufrir violaciones, su cuidadora asegura que las secuelas están más que presentes, que aún necesita sedarlo para poder bañarlo o cortarle las uñas. Sin embargo, reconoce que ha avanzado pues cuando fue rescatado, apenas permitía el contacto humano y era agresivo.
Marga contó que los perros utilizados para prácticas zoofílicas pueden sufrir laceraciones en el pene o desgarros anales y/o vaginales que en algunas ocasiones llegan a requerir intervenciones quirúrgicas. Además destaca que el daño psicológico al que se enfrentan los animales abusados es tan grave que incluso lleva a algunos a morir por estrés o depresión.
Con información de El Mundo.