Si ya saben cómo somos, para qué nos ponen el crucigrama enfrente.
Y lo peor, por qué se le ponen al brinco a una abuelita de 91 años que nos hizo el día porque no podemos con su ternura e inocencia.
Esta mujer se vio envuelta en un gran lío con el museo Neues Museum de la ciudad alemana de Nuremberg al tomar literal la invitación a completar un crucigrama.
Lo malo es que se trataba de un juego mental nada más, ya que era una obra histórica de 1965 llamada “Reading-work-piece'', del artista avant-garde Arthur Köpcke.
A ver, aclaremos algo, en la pieza se lee la frase “Insertar Palabras”, lo que bien puede traducirse como "llena el crucigrama".... que fue lo que hizo la fémina, que completó los espacios vacíos con un bolígrafo negro.
Sin embargo, la vocera del museo, Eva Martin, declaró: “Todo visitante debería darse cuenta que no es posible escribir en una obra de arte”.
Aunque las autoridades del Neues Museum creen que la obra podrá restaurarse, se presentó una queja judicial argumentando que debían hacerlo porque es requisito de las aseguradoras.
La obra de Köpcke, representante del movimiento artístico Fluxus de los años 60 y 70 está asegurada por 89 000 dólares.
En cuanto a la desafortunada abuelita, está bajo investigación por daño en propiedad. Qué triste.
Con información de Clarín.