En las bodas es común escuchar que la unión creada no se acabará hasta que la muerte llegue por alguno de los contrayentes, pero el hecho de que la vida de uno de los enamorados acabe, no significa que el amor se termine, e historias para demostrarlo hay cientos.
Esta vez se trata de Ken Benbow, un abuelito que vive en una casa de asilo para ancianos, y que desde la muerte de su esposa, no ha conseguido consolarse pese a los esfuerzos de su familia y los cuidadores que están siempre pendientes de él.
Ken, de 94 años, y su esposa Ada vivían juntos en la residencia Thistleton Lodge, situada en Preston, Inglaterra; la pareja estuvo casada por 75 años hasta que en 2019, ella murió de causas naturales.
Desde la muerte de Ada, el viudo dormía cada noche abrazado al retrato de su esposa enmarcado en un cuadro, pero sus cuidadoras tenían miedo de que el cristal o el metal con los que estaba hecho el portarretratos pudiera causarle algún daño, así que a una de ellas se le ocurrió una forma de que él pudiera mantenerse cerca de su amada, sin riesgo.
Una almohada pra dormir con su esposa
Luego de pensarlo mucho, una de las especialistas que cuida a Ken tuvo la idea de imprimir un foto del rostro de Ada en una almohada para que el hombre pudiera dormir sintiéndola cerca.
En el momento en que el anciano recibió la almohada, no pudo controlar la emoción y rompió en llanto al darse cuenta de lo que se trataba, pero no fue el único conmocionado, también la mujer que le dio el regalo dejó ver cómo sus sentimientos estaban a flor de piel ante semejante escena.
El video de lo sucedido fue publicado en Facebook y ha hecho que muchos corazones vuelvan a creer que el amor para toda la vida es posible.