En estos tiempos a muchos les cuesta creer en el amor, pero las muestras de que existe y en ocasiones puede ser para siempre, están presentes por todos lados e incluso durante una Emergencia Sanitaria como la que atravesamos por la pandemia de Covid-19.
Así lo demostró Mike, un hombre de 93 años que se aventuró a romper el aislamiento para ir a comprar chocolate para su esposa Dory de 94 años. Con ayuda de su andadera, el enamorado simplemente se paró sobre la avenida más cercana a su casa y levantó el dedo para pedir un "aventón" a los automovilistas que pasaban.
El destino puso en el camino de Mike a Richard, un agente inmobiliario que salía de su oficina y encontró a adulto buscando ayuda. Al verlo, de inmediato se detuvo y le preguntó qué necesitaba. Mike le dijo al automovilista que necesitaba ir a la tienda de 99 centavos.
Richard limpió con desinfectante los asientos y la puerta de su auto para que el adulto mayor pudiera subirse con menos riesgo. Así emprendieron un viaje hasta el establecimiento que estaba a casi tres kilómetros de distancia.
Mike le contó a su nuevo amigo que desde hace décadas sostenía una hermosa costumbre con su esposa: cada noche comparten una barra de chocolate, pero la cuarentena había terminado con sus provisiones, así que quería comprar otras 35 piezas que lo ayudaran a no tener que salir otra vez en al menos un mes.
Finalmente, Richard, quien contó todo en Facebook, le dio su tarjeta a Mike para que la próxima vez que necesitara algo del exterior, le llamara para pedirle ayuda sin tener que salir a la calle.