Un aficionado del Tottenham viajó hasta Ámsterdam, capital de los Países Bajos, para asistir al partido contra el Ajax, y para ello alquiló una "bonita casa limpia con baño privado" en Airbnb, o por lo menos esa era la descripción de la página.
La decepción que se llevó no cabe en el mundo entero. Al llegar se encontró con que la "bonita casa" no era más que un contenedor metálico a media calle, similar a los que llevan cargas pesadas, y algo por lo que había pagado 134 euros (2 mil 835 pesos).
Puedes leer: Familia renta Airbnb y descubren cámara oculta transmitiendo en vivo
Negación de la realidad
Rezando porque se hubiera equivocado, Ben Speller le hizo dar varias vueltas al taxista con la esperanza de dar con la verdadera casa, se decía a sí mismo "esto no puede ser", pero cuando este le advirtió que ya habían pasado por allí tres veces, se resignó y denunció el hecho a través de Facebook.
La desgracia se viralizó rápidamente y los medios locales compartieron la noticia aunque hasta el momento Airbnb no se ha pronunciado al respecto. Las autoridades, por su parte, compartieron otros casos similares de estafas a turistas.
Te recomendamos: Integran grupo de regulación para plataformas de hospedaje digitales
Otros casos de terror
Recientemente, la organización ecologista Terraferida denunció que Airbnb anuncia 50 mil 951 plazas de alquiler turístico ilegales, el equivalente al 38 por ciento de su totalidad.
Apenas en abril de este año, una familia viajó a Irlanda y al llegar a un departamento en la ciudad de Cork, descubrieron una cámara oculta transmitiendo en vivo. Sólo después de que las víctimas presentaran una denuncia pública, Airbnb accedió eliminar de su plataforma al anfitrión responsable.