La conexión que existe entre el brasileño Leonardo Martins, de 19 años, y su abuela, a quien hace un mes le diagnosticaron Alzhéimer, ha quedado plasmada en la piel del joven.
La mujer tenía miedo de perder el recuerdo de aquél día en el que llevó a su nieto a un estudio fotográfico. Él estaba muy serio hasta que ella empezó a aplaudirle y sonreír.
Leonardo tenía apenas un año, pero cuando cumplió 18 su abuela de 85 le escribió una carta donde menciona dicho recuerdo.
"Querido Leo:
Cómo me gusta recordarte pequeñito, sonriendo para mí.
Cuando cumpliste un añito, fue difícil hacerte sonreír. Pero de repente sonreíste y aplaudiste.
Qué cosa es la vida, ¿no? Hoy te veo terminar el colegio y entrar en la universidad. Qué alegría para mí.
Que Dios te ilumine.
Besos de la abuela Lurdes, que te quiere mucho.
Enhorabuena".
Según el chico, hace unos días la mujer estaba tan intranquila e insegura que no quería salir del cuarto. Se encontraba triste y se olvidaba de la hora de tomar pastillas.
"Creo que la enfermedad ha sido una llamada de atención para recordarme que he de disfrutar al máximo de la mejor persona que he conocido nunca. Ojalá después de es to algunas personas tengan tiempo para llamar a sus abuelos".