Dicen por ahí que el amor verdadero nunca se termina, sino que, como la materia, se transforma. Aún no tenemos muy claro que la premisa sea cierta, pero para Tunchanok Boonkacha, una novia residente de Tailandia, esto parece ser tan claro, que decidió pasar el día de su boda junto a sus exnovios.
Afortunadamente la novia no tuvo un largo historial, pues sólo fueron tres los invitados especiales cuyo papel no quedó nada más en asistir a la ceremonia y saludar a la familia que seguramente conocían de cuando sostuvieron una relación con la anfitriona, sino que fueron convidados a participar en la sesión de fotos de los novios, ajá , junto al marido.
En las fotos puede verse cómo el esposo convive con los exnovios en paz, y es que, según relató Asia One, la novia declaró haberle consultado a su entonces prometido si estaba de acuerdo con que ellos acudieran, pues eran los hombres más importantes de su vida y el noviazgo con cada uno se había convertido en una sincera y desinteresada amistad.
La situación fue un poco más allá con una de las postales en la que uno de los galanes parece estar intentando robarse a la novia vestida de blanco mientras el esposo mira a la cámara con gesto de disgusto y cerrando un puño a la altura del abdomen.
La historia y las fotografías le han dado la vuelta al mundo mientras algunas personas consideran que lo aquí relatado es una locura, y otros más celebran la honestidad y confianza entre los recién casados, además del amor incondicional profesado por los amigos de la novia.
Sin embargo, si esto nos deja una lección, seguramente esa es que, no hay por qué terminar de las greñas con una persona a quien alguna vez se amó; lo mejor es tratar de encontrar un cierre con respeto, empatía y cariño. Nota: Tampoco es obligatorio si la situación no se presta a ello.