Estados Unidos.- El pasado 30 de agosto, un ciervo mató al cazador que lo atacó con una flecha un día antes, en un campo privado de las afueras de la ciudad de Tillamook, Oregón.
El día anterior, Mark David disparó al uapití o ciervo canadiense dejándolo herido en el campo, aunque con la idea de volver por su cuerpo a la mañana siguiente, dado que la noche le impedía ver con claridad hacia dónde había escapado.
El cazador madrugó y salió en su búsqueda acompañado por el dueño de la finca. Para las 09:00 horas lo encontraron yendo despacio, así que David aprovechó para lanzarle otra flecha, pero esta vez el ciervo notó su presencia antes de que este disparara.
Acto seguido, se le fue encima y le clavó sus grandes astas en el cuello. Su compañero, quien presenciaba el ataque, intentó detener al animal pero no hubo nada que pudiera hacer para distraerlo, lo curioso es que el uapití ni si quiera se molestó en atacarlo también.
Según relató la policía, las heridas eran mortales. El hombre perdió la vida casi al instante y el mamífero fue sacrificado con el objetivo de donar su carne a la cárcel del condado de Tillamook. La caza del uapití o ciervo canadiense, así como la de otros animales, está permitida en el estado de Oregón.
Un caso similar se dio en 2019, cuando un cazador de Arkansas, Estados Unidos, murió tras ser atacado por un venado al que disparó y creyó matar. El hombre de 66 años se confió cuando el ciervo permaneció en el césped sin moverse, pero al acercarse a él fue inmediatamente atacado.