Con motivo del Día de Australia, la ciudadana Kirsty McKavanagh construyó el que podría considerarse el tobogán más largo y divertido del mundo. Tanto que nos dan ganas de tomar un avión y viajar para probarlo.
Aunque la mujer terminó con varios moretones y raspones, asegura haber sido la mejor experiencia de su vida. La deslizadora se encuentra en el estado de Queensland.
La familia de McKavanagh construyó el tobogán en una granja familiar. Colocaron plásticos y otros materiales en una franja del césped. Ahora, cientos de personas han llegado a visitar la singular atracción.
Con información de El Comercio.