Anselmo Arruda, un chico brasileño amante de las patinetas, transformó la casa de sus padres en una de las más bellas pistas para skateboarding.
Tras sufrir uno de los golpes más fuertes de su vida, el joven decidió que el lugar, al que nombró "Caverna House", también funcionaría como centro social para los patinadores, grafiteros y artistas de la comunidad de Itanhaem, en el estado de Sao Paulo, Brasil.
Con información de BBC Mundo.