La pandemia de coronavirus nos ha obligado a cambiar diversos hábitos y costumbres, a fin de mantenernos saludables. Esto ha impulsado el surgimiento de diversos inventos que nos permitan mantener, en lo posible, algunas tradiciones.
Tal es el caso del ‘cubretartas’, una cubierta de plástico creada para permitir que los cumpleañeros puedan seguir soplando las olas de sus pasteles, sin riesgo de contaminarlos.
“¡Hola mundo! 🌍. Somos CUBRETARTAS 😊 y hemos venido para proteger la tarta de tu día especial frente a posibles virus y cera de las velas 🎂”<br>
Empresa 'Cubretartas'
El ahora exitoso producto fue creado por el abogado español Vicente Blanch, quien contó a Europa Press que la idea le surgió, no a raíz de la pandemia de Covid-19, sino hace un año, al percatarse de que en los cumpleaños de niños pequeños estos tienden a soplar más veces sobre los pasteles para apagar las velas. En consecuencia, la dispersión de microorganismos es mayor.
“Hay diferentes estudios que acreditan que el contagio de cualquier tipo de enfermedad o incluso el soplar en una tarta no es muy saludable y multiplica por seis la posibilidad de contagio de cualquier tipo de enfermedad. No es algo muy higiénico”
Empresa 'Cubretartas'
Blanch dijo que le comentó esto a su esposa y ella le sugirió crear una protección para los pasteles. Poco después se pusieron en contacto con un diseñador, quien dió vida a su idea y después la patentaron.
Esto sucedió hace un año, pero fue hasta ahora que el mundo enfrenta la pandemia de Covid-19, que la pareja decidió producir las primeras unidades y lanzarlas al mercado.
“Hace ya tres semanas, un mes, recibimos las primeras unidades y las dos mil primeras se evaporaron en sólo 48 horas”
Empresa 'Cubretartas'
Ahora, la empresa de Blanch es la primera en invitar a seguir celebrando los cumpleaños y soplar las velas de los pasteles, con la seguridad que sus productos ofrecen.
“Hay que seguir celebrando 😃, pero con más seguridad e higiene que nunca”
Empresa 'Cubretartas'
Es importante señalar que el 'cubretartas' sólo protege de contaminación al pastel, pero los microorganismos que se expulsan al soplar pueden viajar por el aire, así que más vale no confiarse.