Una mujer creyó que su hijo tenía una simple alergia, pero el niño murió de cáncer meses después.

Jake Swinscoe, de 13 años de edad y originario de Wiltshire, en Inglaterra, padecía de “nariz congestionada y ojo llorosos”.

Por tal razón, Lynsey- de 41 años de edad- identificada como la madre de Jake, le ofrecía antihistamínicos a su hijo para tratar su supuesta alergia.

Esto sin saber que en realidad se trataba de un padecimiento mucho más grave.

Creía que su hijo solo tenía “fiebre del heno”, pero le detectaron cáncer y murió meses después

Desafortunadamente, la alergia de Jake Swinscoe pasó a ser un terrible cáncer.

A este niño se le diagnosticó rabdomiosarcoma alveolar en etapa 3, un tipo de cáncer de tejidos blandos que afecta a adolescentes y adultos jóvenes.

Como tratamiento, Jake recibió quimioterapia intensiva y radioterapia con haz de protones, las cuales ayudaron a disminuir su tumor.

Sin embargo, el cáncer del niño se propagó.

Enfermedad infantil

Así descubrieron que la alergia de su hijo era un cáncer bastante agresivo

Durante el verano 2023, cuando Lynsey se dio cuenta que su hijo tenía alergia, pensaba que se trataba de la fiebre del heno porque tenía nariz congestionada y ojos llorosos.

La fiebre del heno es un reacción alérgica al polen provocada por árboles y pastos; es de tipo estacional.

No obstante, quien notaría que la cosa no iba bien con la salud de su hijo fue su padre Adam, un sub oficial del ejército que de inmediato notó que tenía la nariz hinchada.

Ante dicha situación, llevó a su hijo al médico y de ahí canalizaron a Jake a urgencias.

En el Hospital de Salisbury, una tomografía detectó que Jake tenía una masa dentro del cráneo.

Cuyo tamaño aproximado era de un huevo, el cual provocaba su hinchazón y congestión nasal, y que no podía extirparse con cirugía.

Alergia

Luego de diagnosticársele rabdomiosarcoma alveolar en etapa 3 a Jake, se le sometió a nueve ciclos de quimioterapia y radioterapia con haz de protones.

Obteniendo resultados positivos en noviembre 2023 tras una resonancia magnética de rutina, ya que el tumor se redujo en un 90%.

Lamentablemente, para marzo 2024 se halló que el cáncer de Jake se extendió a la médula espinal y al líquido que rodeaba el cerebro.

Aunque Jake se mostró dispuesto a recibir más quimioterapia con el objetivo de regresar a la escuela, los médicos le explicaron que su padecimiento no tenía cura.

Posteriormente, este valiente niño sufrió una convulsión masiva producto de una hinchazón en su cerebro y aunque parecía que todo estaba perdido, volvió a despertar.

Los padres de Jake decidieron llevarlo a su casa. Su papá le organizó un viaje en un coche deportivo, ya que su hijo era fanático de los autos.

Asimismo, Jake pasó tiempo de calidad con su hermana con quien se fue de pesca.

Con mucha madurez, reporta la madre de Jake, estaba consciente de su condición y hasta se ponía a hablar de su funeral y cómo quería que fueran todos vestidos ese día.

En abril 2024, la salud de este valiente niño empeoró y 11 días después murió; el funeral fue tal como lo había planeado Jake, aseguró su mamá a medios locales.

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