Es verdad que los gemidos durante el sexo suelen ser una de las cosas más excitantes pero todo parece indicar que Gema Wale, una mujer británica, se pasó un poquito de volumen.
Hace algunos meses, vecinos la denunciaron ante la policía por tener sexo "realmente ruidoso". Esto ocurrió luego de que la desinhibida mujer despertara a todos sus vecinos con una sesión sexual matutina que, de acuerdo con las declaraciones de los testigos, empezó a las 5 a.m. y gritó por lo menos, durante diez minutos.
Por esta causa, Wale fue sentenciada a permanecer dos semanas en prisión... quizá lo más difícil para ella, durante este tiempo, será no poder tener sexo ruidoso.
Con información de Daily Mail.