Un director de escuela secundaria de 59 años de edad, fue despedido y retirado de su licencia y pensión tras una decisión tomada por la junta de educación de la prefectura de Hyogo, Japón.
El hombre fue acusado de corrupción y robo por las autoridades de la región, declarándose culpable del delito ante las mismas.
Debido a que es un servidor público, las sanciones por robo son o la suspensión de actividades (temporal o definitiva) o el despido; de acuerdo a las leyes japonesas.
Bajo este entendido, la junta de educación decidió optar por el castigo más severo; sin embargo, el despido del director de escuela ha suscitado una polémica en el país.
Despiden a director en Japón por corrupción, pero su delito ni fue tan grave
Resulta que el delito de corrupción que cometió el director de escuela secundaria en Japón fue de 6 vasos de café.
Según el reporte de la policía de Hyogo, el director pagó en una tienda por un vaso de café normal; pero se sirvió uno grande, esto en 6 ocasiones diferentes.
Lo cual generó perdidas por 490 yenes, que serían alrededor de 55 pesos, a dos tiendas de la localidad en Japón.
El hombre declaró que lo hizo por mero impulso; pero que estaba arrepentido por lo ocurrido.
Aún más, al revisar su caso, los fiscales del Distrito de Kobe decidieron no levantar cargos en su contra, dando a entender que el delito no era tan grave.
Fue la junta de educación la que llevó el resto de la investigación que llevó a su despido y que quedara sin licencia ni pensión, la cual estaba valuada en 20 millones de yenes (2.3 mdp).
Consideran que la sanción al director en Japón fue exagerada
Al respecto, Takashi Sakata, profesora de la Universidad de Mujeres de Japón en Tokio, considera que si bien el director merecía un castigo ejemplar, esto fue desproporcionado.
El director de secundaria debió tener una sanción fuerte por su estado como ejemplo moral, tanto para sus alumnos, como para el cuerpo docente de la institución que dirigía.
Sin embargo, los 2.3 mdp, la revocación de su licencia y su despido, en nada se comparan a los 55 pesos que “robó” al servirse un café más grande en seis ocasiones.
Señala que parece que la junta de educación en realidad no evaluó en caso a profundidad, simplemente siguió el protocolo sin atender a los detalles.
Es decir, vieron que se detuvo al director por “robo” y “corrupción”, y aplicaron la sanción asignada a dichos delitos sin ver que se referían a un “fraude de vasos de café”.
Hay que mencionar que los mismos habitantes de Japón se quejan bastante de su sistema judicial, pues este en realidad no investiga nada.
El 90% de las personas que son detenidas automáticamente son consideradas culpables, de hecho las investigaciones judiciales y juicios son considerados “mera formalidad”.
Si bien esto hace que la población evite verse involucrada en algún delito en la medida de lo posible, esto es más por miedo que por un sistema efectivo.
Señalando que su fama por ser un país altamente seguro es meramente artificial, pues básicamente para el gobierno japonés, todas las personas son delincuentes, sean inocentes o culpables, como el caso del director despedido.
Con información de Asahi Shimbun y Excelsior.