Entre los niños y adolescentes ha crecido una tendencia de emplear coloridas pulseras elaboradas con ligas de colores, las cuales cuentan entre sus componentes de ácido ftálico, el cual se vincula con el desarrollo de cáncer, malformaciones de nacimiento o defectos reproductivos, de hecho, los ésteres del ácido son sospechosos de ser neurotóxicos y cancerígenos.
Información adicional señala que otros efectos son la conjuntivitis, rinoconjuntivitis, bronquitis, irritación de las membranas mucosas y problemas respiratorio; un contacto constante de por lo menos 1 a 2 años podría provocar cáncer de piel y pulmonar, así como malestar hepático.
Los especialistas desaconsejan la manipulación del producto, pero si se efectúa, es necesario el empleo de equipo de protección como mascarilla y guantes.
De hecho, en Estados Unidos y América Latina, el ácido es un compuesto común para hornear juguetes infantiles o sexuales, según indica el profesor investigador del departamento de Farmacología Biológica de la Universidad de Guadalajara, César Cortés Álvarez.
El producto se emplea como plastificante para las uñas, adhesivos, ropa y PVC con el objetivo de otorgarle mayor flexibilidad y los daños del ácido se relacionan con el contacto químico directo con la piel.
La Comunidad Europea (CE) especifica que la ingestión diaria tolerable es de 48 microgramos por cada kilogramo de peso al día, si el peso es menor, el riesgo de intoxicación aumenta.
La concentración en los juguetes no se encuentra especificada, a pesar de que existe una iniciativa para modificar la Ley General de Salud y prohibir el uso de ftalatos en los juguetes, especialmente el más utilizado: di 2-etilhexilo.
Los estudios muestran que 13 por ciento de los productos que los niños se llevan a la boca se fabrican con PVC y ftalatos, cuyas concentraciones del plastificante llegan a 67 por ciento del peso total del producto.
El ácido ftálico es bioacumulable y liposoluble, es decir que se tiene a guardar en las áreas donde se encuentra la grasa, incluso el cerebro, además perturba la función normal de las hormonas.
El DEHP que se emplea para fabricar las ligas de moda, es el más económico y uno de los más dañinos.
Con información de AM, El Informador y Canal 15