Ay, qué bonita es la amistad. Hasta nos dan ganas de llorar.
Scott Dunn es un joven de 17 años que hace poco sufrió un accidente automovilístico que lo dejó en coma justo tres días antes de celebrar su graduación. Auch.
El impacto fue tan afanoso que el chico permaneció dormido durante 7 días mientras sus compañeros del East Juniata, en McAlisterville, Estados Unidos, asistían desconsolados a la fiesta.
Sin embargo, cuando Scott despertó recibió la sorpresa más grande de toda su vida, sus amigos le organizaron una graduación para él.
Sí, apenas había puesto un pie fuera del hospital y sus compas ya lo estaban conduciendo al salón de actos, donde lo esperaba media escuela.
Pero no fueron sus amigos los únicos que se preocuparon por él, pues el profesor Benjamin Fausey, apenas supo de la tragedia y emprendió la misión para compensar a uno de sus estudiantes favoritos.
Al evento asistieron las mismas personas de una semana antes, luciendo las mismas prendas, pero sin duda el momento más emotivo fue cuando Scott subió al estrado:
“Me quede sin habla, ni siquiera sé si algún día podré explicar lo que siento”, dijo entre lágrimas.
Todos queremos amigos así, ¿o no?
Con información de Yahoo.